Enlace Judío- Esta es una historia acontecida en nuestros tiempos y que es digna de ser contada y difundida, ya que, en ella, se demuestra qué puede provocar una buena acción en el pueblo de Israel, aún sin darse cuenta de ello.

Shlomo “Sol” Werdiger, un judío ortodoxo de New York es director ejecutivo de Outerstuff, una compañía que produce ropa deportiva.

Un día, recibió una llamada telefónica de un supuesto empresario coreano, invitándolo a una comida en un restaurante en Manhattan para proponerle un negocio.

Aunque Werdiger no sabía el propósito de la reunión, acordó entrevistarse con aquella persona, pero le pidió que fuera en un restaurant Kosher.

Shlomo “Sol” Werdiger, un judío ortodoxo de New York es director ejecutivo de Outerstuff, una compañía que produce ropa deportiva.
Shlomo “Sol” Werdiger, un judío ortodoxo de New York,  director ejecutivo de Outerstuff, una compañía que produce ropa deportiva.

Cuando se reunieron, aquel empresario le expresó lo siguiente: “Siempre he escuchado estereotipos negativos sobre los judíos y sobre Israel y lo tomé como una cuestión de valor. Pero entonces, quiero que sepa usted que mi hija tomó una pasantía trabajando en el área de diseño en su empresa”.

“En el transcurso de este año, ella me ha estado contando lo maravilloso que es trabajar en su empresa”.

“Hay cuatro cosas que mi hija destacó y que la impresionaron”

“Ella me contó que, todos los días, a la 1:30 p.m, sin importar lo que sucediera en la oficina, todos los hombres, incluso los de las oficinas vecinas, se retiran a una habitación para rezar con sinceridad y calma. Por otro lado, mi hija me dijo que, todos los viernes, la oficina cierra temprano en la tarde para prepararse para su santo sábado y que también se cierra el sábado.

“Esto incluye a todos los trabajadores sin importar cuál sea su fe o religión que profesen”.

“También quiero que sepa que mi hija observó que, cada uno de los solicitantes de caridad que llegan a su empresa, y que de hecho no son pocos, fueron tratados con el máximo respeto y se retiraron felices con un cheque en la mano.

“Incluso mi misma hija fue tratada en su empresa con el mayor respeto y dignidad”.

“Debido a la increíble experiencia y las lecciones que la compañía le ha enseñado a mi hija, quiero elaborar un cheque y devolverle todos los ingresos que ella obtuvo durante este año en su empresa”.

Sol Werdiger y su familia
Sol Werdiger y su familia

Shlomo Werdiger, por supuesto, no aceptó en absoluto, y le respondió lo siguiente: “Su hija trabajó y se ganó su salario y con razón merece su sueldo. Por lo tanto, no aceptaré ninguna remuneración”.

Entonces, el coreano le revelo su verdadera identidad

“Me llamo Oh Joon, y soy el Embajador de Corea del Sur ante la ONU”.

“Como usted sabrá, yo tengo privilegios de voto en la ONU, y debido ahora a mi renovado aprecio por el pueblo judío, me abstuve de votar en tres ocasiones resoluciones contra Israel”.

“Incluso en una resolución obtuve el noveno voto necesario para aprobar la moción y la resolución contra Israel, pero como me abstuve, esta no fue aprobada”.

Oh Joon, Embajador de Corea del Sur ante la ONU
Oh Joon, Embajador de Corea del Sur ante la ONU

Sol Werdiger luego contó que nadie en la oficina tenía idea de que esa señorita era la hija de un embajador y nadie se imaginó el impacto que tuvo en ella esta típica conducta en el trabajo, y cómo eso pudiera afectar los votos en contra o a favor de Israel.

Shlomo Werdiger es hoy el presidente de la Junta de de Agudath Israel of América.

Esta es una historia que debería ser leída por todos para imitar estas acciones y que haya más perdonas como Sol Werdiger en el mundo.

Seguramente hay muchos más como él que, con sus buenas acciones, fomentan el “Kidush Hashem” (santifican el nombre de DI-s), y enaltecen al pueblo judío.

Sol Werdiger y Benjamín Netanyahu
Sol Werdiger y Benjamín Netanyahu

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