Enlace Judío- En la entrega anterior hablamos de Rembrandt y su relación con la comunidad judía de Amsterdam, una de las más ricas y poderosas del siglo XVII. ¿Cómo es que dicha sociedad llegó a tal desarrollo después de ser expulsada de España? Hablemos de ello. 

Después de la expulsión de los judíos de España en 1492, una parte importante migró hacia Portugal pues no existía en esas tierras una prohibición en contra de los judíos. Fue en 1497 cuando la corona portuguesa implementó una dramática orden de conversión o muerte, esto derivado del matrimonio del rey Manuel con la cuarta hija de los reyes Católicos, María. Las narraciones de dichas conversiones forzosas muestran una desesperación y tristeza terribles.

A los judíos de Portugal no se les permitió escoger entre la conversión y la migración; la muerte era la segunda opción.

Después de estas conversiones masivas y mucha sangre derramada, los judíos de portugal se tornaron en cristianos nuevos, término utilizado para referir a un recien converso.

Poco a poco dichos cristianos nuevos fueron migrando a otros territorios europeos. Es importante mencionar que la mayoría de los cristianos nuevos portugueses eran realmente criptojudíos, es decir, continuaban practicando su religión a escondidas.

De estos portugueses vinieron varias familias que formaron parte de las comunidades judías clandestinas en nuestro país durante los siglos XVI y XVII. 

Otra parte de la población, la más acaudalada, migró paulatinamente a Amsterdam. La razón fue que dicha ciudad era uno de los puertos comerciales más importantes. Holanda en ese momento pertenecía al Sacro Imperio Romano Germánico gobernado por Carlos V, el mismo rey que el Imperio Español, sin embargo en el Sacro Imperio no había sido instaurada la Inquisición.

Podemos entender la razón por la cual dichos portugueses-cristianos nuevos eligieron Amsterdam como lugar de residencia: por un lado estaban pasando a un territorio más del imperio donde vivían, pero sin tribunal inquisitorial. Además, Ámsterdam era el punto de anclaje comercial entre los reinos del norte como Dinamarca, Suecia, Noruega e Inglaterra. 

Tras la reforma protestante de Martín Lutero acaecida en 1517, comenzó una guerra civil que significaría la separación del catolicismo de una parte importante de la población cristiana europea. Ahora había dos religiones cristianas coexistiendo y disputándose el poder. Es importante mencionar que fueron tiempos difíciles, llenos de violentos ataques entre ambas comunidades cristianas.

La resolución del problema llegó en 1555 con la paz de Augsburgo, en la que se planteaba que Carlos V delegaba la corona del Sacro Imperio a su hermano menor Fernando. El nuevo emperador tenía una visión más moderna, misma que permitió la coexistencia pacífica de protestantes y católicos, anteponiendo la nacionalidad antes que la religión. En otras palabras, la ciudadanía importaba más que la religión.

Renace la comunidad judía de Amsterdam

A partir de 1555 comenzó un periodo en el que se podía hablar de “libertad religiosa”, que aunque no se desarrolló bajo las condiciones que hoy entendemos, sí representó el primer paso hacia la tolerancia civil. 

Fue en este contexto en el que se desarrolló la comunidad judía de Amsterdam. Tras la paz de Augsburgo, las comunidades cristianas nuevas portuguesas que habían migrado desde 1497 retornaron al judaísmo. La coexistencia y aceptación del protestantismo abrió la puerta a que el judaísmo también fuera tomado en cuenta como una religión permitida, aspecto que no había sucedido desde que el edicto de Teodosio prohibió la práctica de religiones no cristianas en el año 380.

Vista general de la sinagoga hacia el siglo XVIII. Autor desconocido. Imagen deWikicommons.
Vista general de la sinagoga hacia el siglo XVIII. Autor desconocido. Imagen de Wikicommons.

Entonces comenzó la era dorada del judaísmo holandés. 

La snoga fue construída por el arquitecto Elías Bouman de 1671 a 1675. Es sorprendente la rapidez de la construcción, lo que denota el poder económico de la comunidad. El edificio se diseñó a partir de los cánones artísticos europeos del momento; por esa razón encontramos columnas de orden dórico y jónico.

La planta del edificio es sinagogal, es decir de tres naves paralelas entre sí. Las dos naves laterales tienen en su nivel superior la mejitzá para las mujeres. En la nave principal se encuentra una enorme bimá y el hejal que también sigue la estética del barroco neóstilo.

Quizá uno de los elementos más importantes de la historia de la Snoga de Amsterdam son las obras de arte que la muestran. Existe un acervo muy interesante de grabados y pinturas que hacen notar los pocos cambios de la sinagoga. El mobiliario y la arquitectura han quedado prácticamente detenidos en el tiempo, aspecto notable toda vez que el edificio ha sido testigo de guerras, migraciones e invasiones. 

La Snoga de Amsterdam es un testimonio histórico que muestra que a pesar de la expulsión de los judíos de Sefarad y Portugal, esa comunidad se desarrolló en otras tierras y prosperó a tal grado que levantó la primera sinagoga libre de la Europa moderna.

Interior de la sinagoga hacia 1695. Autor desconocido, Rijksmuseum, Holanda.Imagen de Google Project and Arts.
Interior de la sinagoga hacia 1695. Autor desconocido, Rijksmuseum, Holanda. Imagen de Google Project and Arts.

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