Enlace Judío- En la primera mitad del siglo XX, desde que se inició en el mundo de la moda y la belleza, Gabrielle Coco” Chanel marco una tendencia que, incluso continúa hasta ahora. Sin embargo, detrás de esta famosa mujer, se ocultan algunas oscuras historias.

Coco Chanel fue una reconocida antisemita y espía nazi que, durante la segunda guerra mundial, trató de robar a los hermanos judíos Wertheimer, que habían sido socios suyos, aprovechándose de las leyes raciales nazis, para aumentar su riqueza y poder.

Durante la década de 1920, la empresaria francesa quiso comenzar a vender masivamente su perfume Chanel No. 5, en grandes tiendas departamentales. Pero cuando presentó su perfume con el dueño de la Galerías Lafayette de Paris, este le explicó que, por su poca producción, no podrían satisfacer la demanda de su producto.

Por lo tanto, le ofreció a Coco presentarle a dos de sus socios comerciales, los hermanos judíos Pierre y Paul Wertheimer, quienes tenían un negocio de perfumes y cosméticos.

 

Chanel se asoció con ellos en 1924, y les otorgó los derechos sobre su perfume, mientras que los hermanos Wertheimer se comprometieron a manejar todos los costos de producción, comercialización, publicidad, y venta.

A raíz de esto, en 1927 su perfume se convirtió en el más vendido en todo el mundo. Los hermanos judíos, no solo aportaron su capital, sino también su experiencia.

Todo caminaba perfectamente, pero en mayo de 1940, los nazis invadieron París y prohíbieron a los judíos tener propiedades y negocios. Sin embargo, justo un tiempo antes, los Wertheimer alcanzaron a escaparse con sus familias a Nueva York.

Coco Chanel se enamoró de un oficial de la Gestapo nazi y decidió aprovecharse de las leyes raciales alemanas para estafar sus socios judíos

En 1941, después de que Alemania invadiera Francia, Coco, quien decía que se sentía “aria”, solicitó al gobierno francés de Vichy y a los funcionarios nazis, que la empresa de perfumes pasara legalmente en su totalidad a sus manos, por la sencilla razón de que sus socios eran judíos, y como tal, no podían tener negocios en Francia.

Sin embargo, lo que ella no sabía, era que los hermanos Wertheimer no eran tontos y, por lo tanto, antes de huir a Nueva York, habían puesto a Félix Amiot, un cristiano de mucha confianza, como director de su parte en la compañía.

Finalmente, el intento de Chanel de quitarle la empresa a sus socios judíos fracasó.

Coco, desilusionada, se retiró a vivir en el hotel Ritz, donde se encontraban los cuarteles generales del nazismo en París, sin importarle los rumores sobre su romance con el jefe de la Gestapo nazi, el oficial Hans Günther von Dincklage, quien fue el que la instruyo en el espionaje para la Gestapo y para Hitler.

Chanel se convirtió en un agente de la inteligencia nazi

Cuando la guerra acabó,  el gobierno francés recopiló y desclasificó los documentos donde Coco Chanel figuraba como espía nazi, con el número de agente “7124”, y por lo tanto, fue detenida por crímenes de guerra, aunque nunca fue condenada, gracias a la amistad que tenía con Winston Churchill.

Coco Chanel vestida de nazi

 

Después de librarse de la investigación británica, Chanel se mudó a Suiza, donde permaneció durante ocho años, para asegurarse de que no sería castigada por sus actividades durante la guerra.

Al acabar la guerra, comenzó el litigio con los hermanos judíos que ella había denunciado para quedarse con todo el negocio. Al final, los trámites concluyeron con la toma de una decisión de común acuerdo que, incluyó la renegociación del contrato original de 1924. De esa manera, Coco Chanel evitaba la posibilidad de un escándalo público.

A pesar de su participación con la Gestapo y con los nazis, y sus tácticas deshonestas para usurpar el control de los hermanos judíos, los Wertheimer como parte de una estrategia comercial, la ayudaron a restablecer la Casa Chanel, que había cancelado sus operaciones luego de que los Aliados invadieran Francia, y después de que ella se había mudado a Suiza.

Los hermanos judíos acordaron en darle nueve millones de dólares por su porcentaje de ventas de perfumes durante la guerra. Los millones de dólares que Coco se embolsó más tarde gracias a este perfume la convirtieron en una de las mujeres más ricas del mundo.

Chanel nunca quiso explicar su comportamiento durante la guerra, y siempre se negó a responder preguntas sobre el tema.

Incluso después de la guerra, los hermanos Wertheimer se abstuvieron de demandarla, porque no querían dañar su imagen. Coco terminó convirtiéndose en una tirana, y en una maleducada anciana solitaria

Chanel murió en Paris de un ataque al corazón, estando sola en el hotel Ritz, donde ya llevaba viviendo más de 30 años. Muchos libros escritos sobre ella omiten los primeros años de su vida. De hecho, solo en los últimos años ha salido a la luz la participación como espía nazi de la Gestapo, de esta malvada mujer.

Como escribió Mark Twain: “El judío los vio a todos ellos, y es ahora lo que siempre fue, sin exhibir ninguna decadencia, ni debilitamiento de sus partes, sin disminución de sus energías, y sin que se apague su flama. Todas las cosas son mortales, excepto el judío. Todas las fuerzas pasan, pero el judío permanece.

“¿Cuál será el secreto de su inmortalidad?”

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