Decenas de manifestantes fueron arrestados este jueves en las manifestaciones contra la reforma judicial en Israel, en una nueva jornada de movilizaciones a nivel nacional, informó The Times of Israel.

La policía usó cañones de agua y oficiales montados para dispersar a los manifestantes en Tel Aviv y Haifa.

Se desplegaron cañones de agua en las dos ciudades mientras la policía intentó despejar a los manifestantes que bloquearon vialidades principales.

Las medidas antidisturbios se usaron por primera vez en Haifa.

Se utilizó policía montada y un cañón de agua para tratar de empujar a los manifestantes que bloquearon la avenida Ayalon en Tel Aviv hacia la rampa de salida.

Después de más de dos horas, la policía logró despejar en gran medida a los manifestantes, pero después de 5 minutos volvieron a bloquear los carriles hacia el sur. Se vio a la policía arrastrando a los manifestantes fuera de la avenida. Los carriles hacia el norte permanecieron abiertos.

Además, decenas de personas fueron detenidas por supuestos disturbios públicos en varios lugares, incluidos Haifa, Tel Aviv y Ra’anana.

Una mujer fue arrestada luego de ser filmada presuntamente golpeando al ministro de Agricultura, Avi Dijter, en la cabeza con una bandera. Resultó ileso y siguió caminando hacia su automóvil. No estaba claro que la mujer lo golpeara intencionalmente.

Una líder del movimiento de protesta, Shikma Bressler, fue detenida y luego liberada luego de manifestarse en un mitin al que asistieron cientos de trabajadores de la firma de defensa Rafael en la Autopista 4 en el norte del país.

El ex primer ministro Ehud Barak denunció la detención como “dictadura en acción”.

No quedó claro de inmediato por qué arrestaron a Bressler.

Mientras tanto, un hombre fue arrestado bajo sospecha de atacar a un manifestante de 80 años en Rishon Lezion.

Si bien la policía ha intentado minimizar los enfrentamientos con los manifestantes, el ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, la ha presionado para que use la fuerza contra los manifestantes.

Se esperaba que las movilizaciones en todo el país durante todo el día y hasta la noche atrajeran a cientos de miles de personas en las principales ciudades, en las carreteras y fuera de las casas de políticos del gobierno.

Los manifestantes también planearon bloquear accesos al Aeropuerto Ben Gurión antes del viaje del primer ministro Benjamín Netanyahu a Londres.

Se realizaron mítines durante la mañana y la tarde en las principales intersecciones, intercambios de carreteras, campus universitarios y muchos otros lugares.

Varias familias de militares en duelo se reunieron frente al Ministerio de Defensa en Tel Aviv.

Gavriella Zimmerman, cuyo hijo Amir fue asesinado en 2004, dijo que sentía que no tenía más remedio que protestar.

“Como madre en duelo, es difícil ondear la bandera, pero siento que estoy al borde del abismo: un pequeño empujón y caeremos y no volveremos”, dijo al sitio de noticias Walla.

“Esto no es por lo que murió Amir, un país arruinado”, dijo.

El jueves por la mañana, profesionales médicos instalaron “cabinas de diálogo” en los límites de Bnei Brak y Ramat Gan para mantener conversaciones con los residentes locales “en el espíritu de Maimónides”, el sabio judío del siglo XII abrazado por israelíes seculares y religiosos por igual.

La manifestación principal de este jueves partirá del centro comercial Ayalon en el suburbio de Ramat Gan en Tel Aviv y pasará por Bnei Brak, un bastión ultraortodoxo y donde se cree que se apoya masivamente la reforma judicial.

En un comunicado, el presidente Yitzhak Herzog enfatizó la importancia del derecho a la protesta, pero imploró a los ciudadanos “asumir responsabilidad y evitar cualquier acción que pueda incitar al odio gratuito y profundizar la grave brecha en la que nos encontramos”.

El comunicado dice que el presidente se reunió con varios funcionarios durante el último día, incluido el alcalde de Bnei Brak, las fuerzas del orden, funcionarios electos, organizadores de protestas y líderes comunitarios y religiosos, para “prevenir la violencia y reducir las llamas tanto como sea posible”.

En el período previo a la temporada festiva de Pésaj, el presidente enfatizó: “Es importante aprovechar la oportunidad para un discurso respetuoso que conducirá a una comprensión más profunda y familiarización con el dolor, los miedos y las preocupaciones del otro, y mucho más para evitar dañar a todo el público israelí, sus creencias y sus formas de vida”.

El primer ministro Benjamín Netanyahu hizo un llamado a la comunidad ultraortodoxa para que no confronte la protesta antigubernamental en Bnei Brak.

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