Benjamín Netanyahu suspendió temporalmente el proceso legislativo de la reforma judicial y aseguró que su gobierno le dará una oportunidad al diálogo con la oposición para tratar de llegar a un compromiso, a fin de detener la agria polarización en Israel. Netanyahu, que dejó en claro que la reforma judicial eventualmente será aprobada, acusó a una “minoría extremista” de querer impulsar una guerra civil en el país y reiteró su desaprobación de los reservistas que han negado a prestar su servicio como protesta. El anuncio de Netanyahu llegó después de una noche de movilizaciones masivas espontáneas a lo largo de Israel, que este día continuaron aún después de la suspensión en ciudades como Tel Aviv, donde la policía de nuevo recurrió a cañones de agua para dispersar a manifestantes que bloquearon una vialidad principal. Líderes de las protestas aseguraron que no detendrán las movilizaciones.

El líder de la oposición israelí, Yair Lapid, se dijo listo para ir adelante con las negociaciones para llegar a un compromiso sobre la reforma judicial e hizo un llamado a que este nuevo proceso sea una oportunidad para brindar a Israel una Constitución Política. Por su parte, el presidente israelí Yitzhak Herzog calificó a la suspensión como la decisión correcta en este momento e instó a un diálogo responsable, serio y sincero en las negociaciones previstas.

Paralelo a las manifestaciones contra la reforma judicial, decenas de miles de simpatizantes del gobierno de Netanyahu se movilizaron a su favor en Jerusalén, con consignas como “Nos robaron la elección” o “El pueblo quiere la reforma judicial”. Las autoridades hicieron esfuerzos para mantener alejado a este grupo de la manifestación antigubernamental que se dio cita a las afueras de la Knéset, llegándose a presentar algunos incidentes.

A cambio de respaldar la suspensión temporal de la reforma judicial, el ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, aseguró que el gobierno de Netanyahu le prometió que someterá a votación en la próxima reunión de gabinete su plan para una Guardia Nacional bajo su mando. Altos funcionarios de la Policía de Israel dijeron oponerse al establecimiento de un cuerpo de seguridad de dicha naturaleza, reportó Kan.

Si hoy se realizaran elecciones en Israel, la coalición de partidos liderada por Netanyahu perdería la estable mayoría de 64 escaños en la Knéset con la que actualmente gobierna y caería a entre 53 y 54 escaños, lo que por el contrario significaría para la oposición alcanzar una ajustada mayoría de 61 escaños que les permitiría llegar al poder, según encuestas electorales publicadas por los canales 12 y Kan. Ambas encuestas indicaron que el Likud, aunque continúa siendo el partido más votado del país, obtendría 25 escaños, el número más bajo que ha conseguido en unas elecciones desde 2013, mientras que Benny Gantz se fortalecería y su partido se convertiría en segunda fuerza electoral.

Tras la suspensión de la reforma judicial, la central sindical de Israel, la Histadrut, canceló la huelga general que había convocado. El líder de la Histadrut, Arnon Bar David, felicitó a Netanyahu por la decisión y aseguró que colaborará en los esfuerzos de negociación para que el gobierno y la oposición traten de llegar a un compromiso.

 


Selección de noticias y guion: Germán Gómez

Locución y realización: David Crespo Neira