Declaran culpable de violación a Malka Leifer en Australia, directora de escuela judía que huyó a Israel

Malka Leifer, exdirectora de una escuela judía ultraortodoxa en Australia, fue declarada culpable este lunes de agredir sexualmente a dos hermanas, 15 años después de que escapara del arresto y huyera a Israel

Después de un juicio de 7 semanas y 7 días de deliberaciones, el jurado encontró a Leifer culpable de 18 cargos, incluyendo violación, por agredir sexualmente a dos estudiantes, Dassi Erlich y Elly Sapper, en una serie de incidentes entre 2003 y 2007, de acuerdo con The Times of Israel.

La absolvió de otros 9 cargos, incluidos varios relacionados con una tercera hermana, Nicole Meyer.

Leifer, de 56 años, permaneció inmóvil y no reaccionó mientras se leían los veredictos. El juez la sentenciará en una fecha posterior.

Si bien las víctimas de agresión sexual normalmente no se identifican públicamente en los medios, las tres hermanas renunciaron a su derecho al anonimato y lideraron una campaña pública de años para llevar a Leifer ante la justicia.

Elrich y Sapper estaban en la corte para el veredicto.

Leifer, una madre de 8 hijos nacida en Israel, se declaró inocente en el Tribunal del Condado de Victoria de 27 delitos sexuales que presuntamente se cometieron en la Escuela Adass Israel, donde fue directora de religión y luego directora, y en su casa de Melbourne y en campamentos escolares en los pueblos victorianos rurales de Blampied y Rawson entre 2003 y 2007.

El juicio de Leifer se produjo después de una lucha de años para que fuera extraditada de Israel, que casi fue frustrada por el entonces ministro de Salud, Yaakov Litzmam, quien luego fue condenado por presionar a un psiquiatra estatal para que encontrara a Leifer mentalmente inestable.

El proceso, que abarcó más de 70 audiencias de extradición, puso a prueba las relaciones entre Jerusalén y Australia.

La fiscalía pidió al jurado que consideraran que Leifer, una madre de ocho hijos nacida en Israel, mostró interés sexual en las chicas cuando eran adolescentes en la escuela y más tarde cuando avanzaron en sus estudios.

Alegó que Leifer se involucró en actividades sexuales con ellas y se aprovechó de su vulnerabilidad e ignorancia en materia sexual, y de su posición de autoridad.

Las hermanas se criaron aisladas en la comunidad ultraortodoxa de Melbourne y no recibieron educación sexual. Tenían alrededor de 12, 14 y 16 años cuando Leifer llegó a la escuela desde Israel en 2001.

Lewis dijo que las hermanas habían proporcionado evidencia explícita de que no entendían la naturaleza sexual de lo que Leifer les hizo. El abuso supuestamente ocurrió en campamentos escolares y durante lecciones privadas los domingos en la escuela y en la casa de Leifer.

Según una acusación, Leifer violó a una estudiante en 2006 después de invitarla a su casa a “dormir para recibir lecciones de Kalá”, una especie de clase de etiqueta previa a la boda que incluye educación sexual.

En otras ocasiones, Leifer les dijo a los estudiantes que los estaba preparando para ser esposas, dijo Lewis al tribunal en su declaración de apertura.

“Esto te ayudará para tu noche de bodas”, dijo Leifer después de una agresión sexual, según Lewis.

“Esto es lo que es bueno para ti”, supuestamente dijo durante otro incidente.

Leifer abandonó la escuela abruptamente a mediados de año, cuando salieron a la luz las acusaciones en su contra.

Las hermanas testificaron durante dos semanas a puerta cerrada, con el público y los medios excluidos, de acuerdo con las reglas que rigen los juicios por agresión sexual en Victoria.

Otros testigos incluyeron a aquellos a quienes las hermanas revelaron sus acusaciones.

La hermana de edad media habló por primera vez con la trabajadora social Chana Rabinowitz a principios de 2008 en Israel. Rabinowitz dijo que le preguntó a la hermana quién la lastimó y la joven respondió: “Fue la señora Leifer”.

La psicóloga Vicki Gordon testificó que escuchó a la hermana menor reclamar abuso por parte de Leifer. Gordon le dijo a la corte que la hermana afirmó que Leifer había explicado que el abuso era un intento de superar la falta de calidez y afecto en la vida familiar de las niñas.

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