Israel emprendió un ataque aéreo contra Hamás en la Franja de Gaza, horas después de un ataque con cohetes desde Líbano que Jerusalén acusó de ser perpetrado por el grupo terrorista.

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Los aviones de combate de las FDI atacaron un túnel terrorista en el área de Beit Janun y la ruta de otro túnel terrorista en Jan Yunis, de acuerdo con el portavoz militar.

El túnel de Jan Yunis había sido reconstruido luego de quedar arruinado en la Operación Guardián de los Muros de 2021.

Ambos túneles terroristas no cruzan hacia territorio israelí, detalló el ejército.

Asimismo las aeronaves israelíes atacaron dos fábricas de armas de Hamás en el norte y centro de la Franja de Gaza.

Poco después de lanzado el ataque aéreo, se presentaron algunos lanzamientos de cohetes desde la Franja de Gaza contra el sur de Israel.

Los grupos terroristas en la Franja de Gaza aseguraron estar listos y dispuestos para responder a cualquier acción de Israel en su contra.

Se trata de un ataque aéreo adicional de Israel en la Franja de Gaza en lo que va de la semana como parte de su respuesta a los disparos de cohetes por terroristas desde el enclave palestino.

El ataque aéreo llegó después de evaluaciones realizadas por el gobierno de Benjamín Netanyahu y las autoridades de seguridad para definir la respuesta de Israel a las agresiones.

Desde Líbano, terroristas dispararon 34 cohetes contra el norte de Israel, de los que 5 impactaron en el territorio y 25 fueron interceptados por la Cúpula de Hierro.

Al menos 3 personas resultaron heridas por el ataque, que Israel acusó fue orquestado por Hamás.

Desde la Franja de Gaza, múltiples cohetes han sido disparados desde el martes, sin que se hayan registrado heridos pero que ha mantenido bajo tensión a los residentes del sur de Israel.

Los ataques con cohetes contra Israel han sido una respuesta de Hamás a los intentos de Israel por garantizar el orden en el Monte del Templo en los últimos dos días.

Desde el pasado martes, decenas de alborotadores palestinos han buscado atrincherarse en la mezquita de Al Aqsa con fuegos artificiales, palos, varillas y rocas, a fin de buscar agredir a los visitantes judíos en el Monte del Templo.

La Policía de Israel ha actuado desde entonces para garantizar la libertad de culto a los devotos musulmanes y frustrar los planes de los alborotadores palestinos, arrestando a decenas de ellos.

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