El líder de la oposición israelí, Yair Lapid, se manifestó en contra del presupuesto estatal del gobierno y afirmó que destruye el futuro de los niños al canalizar el dinero a la comunidad ultraortodoxa, informó The Times of Israel.
De los 13,700 millones de shekels en fondos discrecionales, 3,700 millones se destinarán a aumentar el presupuesto para estipendios de los estudiantes de yeshivá a tiempo completo exentos del servicio militar.
Otros 1,200 millones de shekels están presupuestados para instituciones educativas ultraortodoxas privadas no supervisadas, que no enseñan materias básicas como matemáticas e inglés, además de fondos adicionales al sistema educativo oficial jaredí, así como a la construcción de edificios con fines religiosos y de apoyo a la cultura e identidad ultraotodoxas.
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“El presupuesto que el gobierno somete hoy a votación es destructivo. No hay en él ninguna buena noticia, no hay en él ninguna reforma que mejore la economía, no hay nada que impulse el crecimiento [económico], no hay nada que luche contra el alto costo de vida; solo hay extorsión sin fin”, declaró Lapid durante una conferencia en la Universidad Reichman de Herzliya.
“Es un presupuesto que anima a la gente a no estudiar, a no trabajar, a no mantener a sus hijos. Este presupuesto les dice: ‘No tienes que trabajar. Otros pagarán por ustedes, y sus hijos pagarán por tus hijos'”.
Lapid señaló que solo el 49% de los hombres jaredíes trabajan actualmente, y ante la rápida tasa de crecimiento de la comunidad, la carga financiera sobre el público israelí en general seguirá aumentando.
Argumentó que al no exigir a las escuelas ultraortodoxas enseñar materias del plan de estudios básico, los hombres jaredíes seguirían teniendo graves dificultades para ingresar al mercado laboral.
“El hecho es que el último presupuesto ya no condena solo a los niños ultraortodoxos a una vida de pobreza, ahora condena también a nuestros hijos a la pobreza”, subrayó Lapid.
Reconoció que “el mundo de la Torá y las yeshivás” es importante, pero insistió en que no pueden “servir de ciudades refugio” del servicio militar y de ganarse la vida.
“Es impensable que en el Estado de Israel haya cientos de miles de alumnos que completarán 12 años de estudios sin haber escuchado ni una sola vez sobre el teorema de Pitágoras, que nunca habrán oído una sola frase en inglés o sobre la Declaración de Independencia y la importancia de la democracia”, dijo.
“En los últimos meses han sucedido muchas cosas malas en el Estado de Israel, pero también ha ocurrido un milagro. Se ha levantado el campo liberal: millones de personas que creen en un Estado judío y democrático, nacional y liberal, y que también están dispuestas a luchar para que así sea”, concluyó.
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