El cáncer de pulmón es actualmente la causa número 1 de muerte por cáncer, aunque la cantidad de muertes ha disminuido debido a mejores medicamentos, inmunoterapias y mejores opciones quirúrgicas para los pacientes.

“La detección puede ayudar a reducir ese número aún más porque, desafortunadamente, cuando alguien presenta síntomas, es probable que su cáncer de pulmón ya esté en una etapa avanzada”, dice la Dra. Ani Balmanoukian, oncóloga de The Angeles Clinic and Research Institute, una filial de Cedars-Sinai. “Cuanto antes podamos detectar esta enfermedad, mayores serán las posibilidades de cura”.

Actualmente, la tasa de supervivencia del cáncer de pulmón a cinco años en Estados Unidos es del 22 %, dice el Dr. Andrew Brownlee cirujano torácico.

“Es realmente bajo en comparación con los otros tipos de cáncer que tienen la misma prevalencia”, dice. “Sin embargo, si se identifica el cáncer de pulmón en su etapa más temprana, entonces la tasa de supervivencia a cinco años es superior al 90%. En esa etapa, a menudo podemos ofrecer una cirugía que eliminará el cáncer y es curativa“.

El primer paso para obtener una prueba de detección es platicar con un médico de atención primaria que pueda guiarlo a través de los pros y los contras y derivarlo para una exploración. Es posible que primero tengas que plantear el tema. A menudo, si los pacientes ya han dejado de fumar, el tema no surge naturalmente durante su examen físico de rutina.

Las muertes por cáncer de pulmón están disminuyendo y los expertos citan mejores tratamientos como la razón de esta disminución, incluso más que la disminución de las tasas de tabaquismo.

“Es importante que la gente lo entienda”, dice la Dra. Balmanoukian. “El miedo y el estigma en torno al cáncer de pulmón contribuyen a que las personas no quieran hacerse pruebas. Estamos mejor que nunca en el tratamiento de esta enfermedad”.

Desde el punto de vista quirúrgico, los avances tecnológicos han mejorado las opciones disponibles para los pacientes.

“La tecnología robótica se usa tanto para la biopsia como para la cirugía. Para la biopsia, nos permite ser más precisos y tener más posibilidades de obtener un diagnóstico preciso”, dice el Dr. Brownlee. “Para la cirugía, nos permite hacer pequeñas incisiones, lo que significa menos dolor y una recuperación más rápida”.

En algunos casos, los pacientes pueden someterse a una biopsia de diagnóstico y, mientras aún están bajo anestesia, se les extirpa quirúrgicamente el cáncer.

“El paciente se va a dormir y, cuando se despierta, descubre que sí, tenía cáncer de pulmón, pero que ya lo habían tratado”, dice el Dr. Brownlee. “Ese es uno de los desarrollos más emocionantes en el manejo quirúrgico del cáncer de pulmón en etapa temprana”.

Las terapias dirigidas y las inmunoterapias también están mejorando, afirma la Dra. Balmanoukian. Los genes específicos de un tumor pueden guiar a los oncólogos a los tratamientos que funcionarán contra el cáncer de un paciente individual.

“Cuando identificamos un cáncer temprano, tenemos muchas opciones para tratar a los pacientes”, dice. “Si podemos superar las barreras que impiden que las personas se hagan las pruebas de detección, podemos salvar muchas vidas”.

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