Enlace Judío – Todos tenemos formas de interpretar el mundo que nos rodea, de darle sentido y construirnos una casa en él, de encontrar discursos que nos permitan ver la belleza y el valor de la vida y nuestras experiencias. Para muchos, ese valor se encuentra en un sentido ulterior al individuo. Es decir en buscar algo que prevalezca más allá de uno mismo, con lo cual uno pueda conectarse y vivir. Finalmente como humanos necesitamos un contacto más allá de nosotros mismos y casi siempre buscamos cosas externas a nosotros. Lo encontramos en nuestras relaciones (amorosas, familiares y amistosas), en la admiración del mundo (las disciplinas que nos traen conocimiento) y lo que construimos dentro de nuestra realidad. Para muchísimas personas la historia, personal o grupal, es parte de lo que les da ese sentido. Pues la historia nos permite no sólo conocer al hombre sino también vernos a nosotros mismo como parte de un todo. Es la historia que uno asume como suya lo que le da a uno existencia y continuidad en el tiempo y lo que lo invita a asumir una ética y una narración compartida.

El pueblo judío en casi todas sus formas reconoce la importancia de su historia. ¿De dónde vengo? ¿a dónde voy? Son preguntas que se enuncian todo el tiempo y se responden desde muchísimos ángulos. En el caso de la tradición y la filosofía judía religiosa la historia se vuelve central en nuestros textos: es la guía que D-os da al hombre y la base de lo que constituye a Israel como nación. También es la génesis de todas nuestras festividades y en muchos sentidos lo que nos constituye como judíos. La gran belleza que yo encuentro en esa visión es que uno siempre puede escoger participar de ella o alejarse si así lo necesita; pero la puerta hacia hacia un pasado, hacia hacer tuya tu tradición, siempre está abierta. Siempre podemos tener compañía.

La tumba de los patriarcas

En la Torá la historia de Israel inicia con Abraham y Sara, se cimienta con Isaac y Rebeca, Jacobo, Raquel y Lea. Son nuestros patriarcas y nuestras matriarcas, es a través de ellos que explicamos el pasado de nuestra historia y se les da una gran admiración y respeto. En la práctica judía aspiramos a emular sus acciones y tratar de tener sus buenas midot (las características morales que los conformaban). A excepción de Rajel (Raquel) la tumba de cada matriarca y patriarca se encuentra en Hebrón en la cueva Macpela. Es un sitio muy importante y concurrido. Mucha gente va a rezar a él y como todo sitio histórico se convierte en un símbolo que nos recuerda sobre nuestro pasado. Las tumbas de los patriarcas en muchos sentidos son parte del testimonio de su vida y un recuerdo de nuestras aspiraciones, del modelo que fueron, de nuestra historia.

En la Torá aparece el momento en que Abraham compra la cueva Macpela para enterrar a Sara. Rab Hirsch habla sobre estos versículos en sus comentarios.

El primer pedazo de la tierra prometida

Lo primero que se nota en la historia es que Abraham está obstinado en comprar el lugar donde va a enterrar a su esposa. Los hititas en un inicio se niegan a vendérselo, pues le tenían un gran respeto e insisten que puede enterrar a sus muertos entre sus tierras sin necesidad de compararlas, incluso le ofrecen los mejores lugares de sepultura que había en esa tierra. Sin embargo, Abraham insiste, compra la cueva y el campo que la rodea. Como hace notar rab Hirsch, éste es el primer pedazo de la tierra de Canán que compra.

For years he lived in the land as a stranger without aquiring a piece of land. Wandering was his destination. But now Sarah is to find her rest in her permanent property and he therefore ask for the right to aquire a piece of land. (cap 23)

Durante años vivió como extranjero, sin adquirir un pedazo de tierra. Su destino era vagar. Pero ahora Sara debe encontrar su descanso en una propiedad permanente y, por lo tanto, él pide el derecho a adquirir un pedazo de tierra.

Así esta cueva se convertirá en un recordatorio para el pueblo judío de la unión de sus patriarcas, de la intimidad que construyó sus matrimonios. El hecho de que fuera el primer pedazo de la tierra prometida habla del peso que la tradición judía le da al pasado y de cuáles debían ser las bases bajo la cual se fundara su historia.

According to the tradition Adam and Eve, the ancestors of mankind, were already buried in this cave. That is why Abraham decided upon its acquisition. It consisted of several pairs of caves. Here Abraham and Sarah, Yizchak and Rivkah, Yaakov and Leah are buried.-The Jewish People’s first piece of Promised Land were graves, the graves of their fathers and mothers; -for this reason alone the land was dear to them. Perhaps the name of this spot originated from its being a burial place ( 19) : Chebron (to be close to someone or something) -reminding of the “intimate relationship” which brings together man and wife, parents and children of the Jewish people.

Según la tradición, Adán y Eva, los antepasados de la humanidad, ya estaban enterrados en esta cueva. Por eso Abraham decidió adquirirla. Constaba de varios pares de cuevas. Aquí están enterrados Abraham y Sara, Yizchak y Rivkah, Yaakov y Leah. – El primer pedazo de la tierra prometida del pueblo judío fueron tumbas, las tumbas de sus padres y madres; – sólo por esta razón la tierra les era querida. Quizás el nombre de este lugar se originó por ser un lugar de enterramiento ( 19): Jebrón (estar cerca de alguien o algo) – recuerda la “relación íntima” que une al hombre y a la mujer, padres e hijos del pueblo judío.