En las últimas horas toman impulso las manifestaciones adversas a las intenciones de la presente coalición gubernamental dirigidas a cancelar la cláusula de “razonabilidad” en Israel.

Supongo que para no pocos lectores el término se antoja incierto o confuso.

En múltiples países y circunstancias apenas tiene difusión alguna, ya sea porque es parte sustantiva y concertada del planteamiento democrático desde Montesquieu, ya sea por su ausencia u olvido en no pocos espacios del mundo.

En el caso de Israel y a pesar de la falta de una Constitución formal que nuestro país espera hasta estos días, esta prescripción implica que el Poder Judicial tiene amplia facultad para frenar y abolir una decisión que, aprobada por la instancia gubernamental o ejecutiva, ostensiblemente cancela los derechos de, o perjudica, a amplios sectores públicos.

Posibilidad que la Corte Suprema de Israel tornó efectiva a lo largo de la historia nacional con independencia del carácter o tendencias de la dominante coalición gubernamental en desiguales periodos.

En otras palabras, tanto líderes y agrupaciones políticas de derecha o izquierda debieron acatar el principio de razonabilidad y preservar la equilibrada distribución de los poderes.

En mi opinión, la inclinación actual a abolirla fluye de varias circunstancias.

Una de ellas, tal vez la más importante a mi parecer, refleja la tendencia de la actual y heterogénea coalición gubernamental animada por dos objetivos: extender la influencia de los sectores religiosos en el hacer del país y apresurar la anexión de Judea y Samaria al territorio nacional.

Si la presente coalición logra eliminar el principio de razonabilidad le será posible acelerar el alcance de estos objetivos sin verse obstaculizado por el Poder Judicial al dar pasos hoy considerados ilegales o públicamente dañinos por amplios sectores de la ciudadanía israelí.

De aquí la importancia y el relieve nacional que en estas horas presentan los amplios movimientos de protesta. Si son desoídos empezará el quiebre de la democracia en nuestro país.

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