Enlace Judío – Una de las bellezas de ser judío es que tu pasado histórico proviene de una variedad impresionante de lugares. Por lo cual, el mismo elemento siempre se presenta de formas distintas entre las filosofías que se generan. Una premisa judía es que todo lo que ocurre proviene de D-os, eso lo lleva a uno a relacionarse de forma activa con el mundo, pues cada suceso es es un encuentro con la divinidad y el acercamiento a un misterio. En el caso jasídico esta premisa despierta la humildad y el deseo de superación personal a través del servicio. Dentro de este pensamiento, las emociones de la persona y su relación con D-os es sumamente importante, se piensa que todas las mitzvot y la Torá misma fueron dadas para llevar a cabo ese desarrollo. La siguientes historias de rab Naftali de Roptchitz fueron recopiladas por Martín Buber, muestran como se conjugan el desarrollo de la humildad con el orden que el jasídico ve en el mundo al acercase a D-os.


Naftali de Roptchitz


El Celador / The Watchman

In Roptchitz, the town where Rabbi Naftali lived, it was the custom for the rich people whose houses stood isolated or at the far end of the town to hire men to watch over their property by night. Late one evening when Rabbi Naftali was skirting the woods which circled the city, he met such a watchman walking up and down. “For whom are you working?” he asked. The man told him and then inquired in his turn: “And whom are you working for, Rabbi?”

The words struck the zaddik like a shaft. “I am not working for anybody just yet,” he barely managed to say. Then he walked up and down beside the man for a long time. “Will you be my servant?” he finally asked. “I should like to,” the man replied, “but what should be my duties?”

“To remind me,” said Rabbi Naftali.

Traducción

En Roptchitz, la ciudad donde vivía rab Naftali, era costumbre que los ricos cuyas casas se encontraban aisladas o en el extremo más alejado de la ciudad contrataran a hombres para que vigilaran sus propiedades por la noche. Una noche, tarde, cuando rab Naftali bordeaba el bosque que rodeaba la ciudad, se encontró con uno de esos vigilantes que caminaba de un lado a otro. “¿Para quién trabajas?”, le preguntó. El hombre se lo dijo y preguntó a su vez: “¿Y para quién trabajas tú, rabino?”.

Las palabras golpearon al zaddik como un asta. “Todavía no trabajo para nadie”, alcanzó a decir a duras penas. Luego caminó arriba y abajo junto al hombre durante largo rato. “¿Quieres ser mi sirviente?”, preguntó finalmente. “Me gustaría”, respondió el hombre, “pero ¿cuáles serían mis obligaciones?”

“Recordarme”, dijo el rabino Naftali.

Explicación

La respuesta que da el rabino es muy interesante, porque no es totalmente clara. Parecería implicar que el rabino trabaja para D-os y que le pide al celador que le recuerde eso cotidianamente, sin embargo el rabino pone su servicio en el futuro. Es decir lo que quiere recordar en sí es su muerte, el hecho de que todo se acaba y que eventualmente no va a quedar nada más que eso que cultivó, que eso que trabajó.


La plegaria matutina / The Morning Prayer

“There are zaddikim,” said Rabbi Naftali, “who pray that those in need of help may come to them and find help through their prayers. But the Rabbi of Roptchitz gets up early in the morning and prays that all those in need of help may find in their own homes, not have to go to Roptchitz, and not be deluded into thinking that the rabbi has helped them.”

Traducción

“Existen zadikim”, dijo rab Naftali, “que rezan para que quienes necesitan ayuda acudan a ellos y encuentren alivio a través de sus oraciones. Pero el rabino de Roptchitz se levanta temprano por la mañana y reza para que todos los necesitados puedan encontrar ayuda en sus propias casas, no tengan que ir a Roptchitz, y no se engañen pensando que el rabino les ha ayudado.”

Explicación

Esta historia es un elogio a la humildad; el rabino no quiere perder esa característica que lo distingue y es muy consciente de que su trabajo y su rol es mínimo en el devenir final de las vidas de las personas. La historia intuye que es D-os quien trae la bendición a las familias, que Él es la fuente de la resolución de los problemas. Sin embargo, también pone en un lugar central a los individuos a su habilidad para resolver sus propios problemas.

baile. Roptchitz


No se detengan / Do Not Stop!

On the Day of Rejoicing in the Law, the rabbi of Ulanov, who was a dear friend of the rabbi of Roptchitz, lay dying. In Roptchitz the hasidim had just begun the great round dance in the court of the zaddik’s house. He was standing at the window and looking down at them with a smile, when suddenly he raised his hand. Instantly they stopped and gazed up at him with faltering breath. For a while he kept silent and seemed as someone who has been overcome by bad news. Then he signed to the hasidim with his hand and cried: “When one of the generals falls in battle, do the companies scatter and take to flight? The fight goes on! Rejoice and dance!” Later it became known that the rabbi of Ulanov had died that very hour.

Traducción

En el día de Simjat Torá (Regocijo de la Torá), el rabino de Ulanov, que era un amigo querido del rabino de Roptchitz, yacía moribundo. En Roptchitz, los jasidim acababan de comenzar el gran baile circular en el patio de la casa del zaddik. Éste, de pie junto a la ventana, los miraba sonriente y, de repente, levantó la mano. Al instante se detuvieron y le miraron con la respiración entrecortada. Durante un rato guardó silencio y asemejaba a alguien que ha superado una mala noticia. Luego hizo una seña a los jasidim con la mano y gritó: “Cuando uno de los generales cae en batalla, ¿se dispersan las compañías y emprenden la huida? ¡La lucha continúa! Alegraos y bailad”. Más tarde se supo que el rabino de Ulanov había muerto esa misma hora.

Explicación

Es muy bella la comparación que hace el rabino con su labor. Todas las historias nos dirigen hacia este punto realmente: en determinada medida somos secundarios dentro de lo que ocurre a nuestro al rededor. Uno no debe actuar para convertirse en el centro de las cosas, uno actúa porque ve belleza e importancia en las cosas que hace. La bendición más grande para cualquier rabino o maestro es que sus enseñanzas sigan una vez que él no esté presente, pues es el objetivo de todo docente. No estar en el centro sino que lo que enseña y la forma de relación individual que cada uno de sus alumnos desarrollo siga y tenga vida aunque él mismo ya no la tenga.

La historia además habla de que él, rab Naftali, no podía realmente regocijarse por la condición de su amigo. Sin embargo, quiere que la festividad de Simjat Torá aún así se celebre con alegría.