Tanto hombres como mujeres son portadores del Virus del Papiloma Humano, también conocido como VPH, aunque es más común que la mujer desarrolle lesiones premalignas de bajo y alto riesgo, con lo cual, tiene más probabilidades de padecer cáncer cervicouterino.

Si bien existen cerca de 200 tipos de virus de VPH y, generalmente, no causan problemas en el portador, la Subsecretaría de Prevención y Promoción de la Salud, indica que los virus 16 y 18 causan casi el 70% de los casos de cánceres cervicales, mientras que los tipos 6 y 11, los más comunes, causan el 90% de las verrugas genitales, la cual es la infección de transmisión sexual más común.

Algunos serotipos del papiloma pueden provocar cáncer de vulva, vagina, pene, ano u orofaríngeo, ya que la principal causa de contagio por VPH es por relaciones sexuales orales, vaginales o anales con una persona infectada, por eso es tan común que hombres y mujeres lo contraigan en algún momento de su vida.

La Dra. Eréndira Ortiz Ruiz, ginecóloga obstetra del Centro Médico ABC, explica que el VPH es asintomático en los serotipos de alto riesgo como el 16, que es el más frecuente en mujeres, por lo que las pacientes tardan tiempo en acudir al especialista, elevando su riesgo de padecer cáncer cervicouterino. Un flujo maloliente y/o sanguinolento pueden ser una manifestación clínica de la presencia de una lesión cervical.

La especialista en colposcopia, con maestría en climaterio y menopausia, menciona que una mujer está en riesgo a partir de que inicia su vida sexual; se estima que la infección puede contraerse a partir de los 20, sin embargo, las lesiones cervicales de alto grado se detectan más frecuentemente de los 35 a 49 años, de ahí que la incidencia de cáncer cervicouterino, que es la segunda causa de muerte oncológica en la mujer, se dé más en este grupo de edad.

En niñas y adolescentes es común que haya infección por una situación hormonal como el uso de anticonceptivos, desnutrición, inicio temprano de vida sexual, múltiples parejas sexuales, coinfección de transmisión sexual o por un sistema inmune bajo: desarrollando así lesiones que pueden pasar meses o años antes de ser detectadas. La gran mayoría de las lesiones aparecen en mujeres mayores de 30 años. En las mujeres con cáncer cervicouterino su principal causa es la infección por VPH, mientras que solo un 5% no está asociado a la infección por este virus.

Es muy importante que cuando se inicie con vida sexual activa, haya controles ginecológicos anuales, a través de estudios como Papanicolaou, colposcopia, PCR para VPH y captura de híbridos. De ser necesario, se puede realizar una biopsia, para detectar el cáncer de manera oportuna. Se recomienda realizar los estudios a partir del inicio de la vida sexual o desde los 25 años.

La Dra. Ortiz señala que, en el tratamiento para lesiones de bajo riesgo como las verrugas genitales, se pueden tratar mediante cremas, vaporización con láser o escisiones con corte frío. La decisión del tipo de tratamiento dependerá del tamaño de la lesión, así como su cantidad. Las lesiones de bajo riesgo no progresan a una situación maligna para la paciente.

“En el Centro de la Mujer del Centro Médico ABC, trabajamos de la mano con la paciente para detectar oportunamente las lesiones que presenta, cuando son en el cuello del útero, se clasifican para saber si son premalignas o benignas, pero pueden persistir y progresar a un cáncer. Si son lesiones de bajo grado y la paciente tiene menos de 35 años, se espera a que el mismo organismo autolimite las lesiones en un tiempo máximo de 1 a 2
años y no requieren tratamiento”, indica la especialista.

Mientras que en los casos donde la paciente es mayor a 35 años, aunque sean lesiones de bajo grado, se recomienda dar tratamiento. Si una lesión lleva largo tiempo y no se auto limita al cabo de un año, es decir, frenar su evolución de manera natural, puede progresar a lesiones de alto grado y generar un riesgo de cáncer. “En este caso los tratamientos son múltiples, dependen de la extensión y grado de la lesión. Pueden tratarse mediante electrocirugía o láser, entre otras opciones”, comenta la Dra. Ortiz.

Como forma preventiva para evitar el contagio de estos virus se recomienda el uso de preservativos para protegerse de la infección; su uso, en algunos casos, puede cortar el ciclo del virus. Ya que el virus puede sufrir un proceso de aclaramiento o eliminación. Además de mantener buena salud con una alimentación balanceada, ejercicio, evitar el tabaco y mantener niveles adecuados de vitamina D, ya sea mediante exposición solar o consumo de suplementos.

Aplicar la vacuna contra VPH, que está indicada en mujeres y hombres a partir de los 9 años, ayuda a cubrir los serotipos más frecuentes. “Todos debemos estar vacunados contra este virus, la Organización Panamericana de la Salud lleva a cabo programas de vacunación, donde se espera que para el 2030 toda la población se encuentre vacunada. En el Centro Médico ABC aplicamos esta vacuna”, concluye la Dra. Ortiz.

En el Centro de la Mujer del Centro Médico ABC podrás conocer más sobre la prevención, diagnóstico y tratamiento del VPH.

Reproducción autorizada con la mención siguiente: © EnlaceJudío