Benny Gantz ofreció este miércoles reiniciar negociaciones con el gobierno de Benjamín Netanyahu a fin de frenar la inminente aprobación de una de las piezas de la reforma judicial, informó The Times of Israel.

Pero condicionó la oferta a que Netanyahu se comprometa a promover un consenso sobre la reforma judicial, una condición que el partido gobernante Likud rechazó rápidamente.

“Hago un llamado a Netanyahu y a todos los miembros responsables de esta cámara: tienen el deber nacional de aceptar la propuesta”, dijo Gantz en una conferencia de prensa en la Knéset.

“Esta noche podemos reunirnos en la Residencia del Presidente y discutir la búsqueda de un marco acordado para el principio de razonabilidad, de una manera que no abra una ventana a la corrupción y preserve los principios de la democracia”, dijo el líder de Hamajané Hamamlajtí.

Pero la dificultad de llegar realmente a ese consenso fue subrayada por el rechazo del Likud a la condición de Gantz de que haya “consenso”.

“Esta es también la condición básica para el diálogo: que el primer ministro se comprometa, en presencia y con el respaldo del presidente, a que si llegamos a acuerdos, de ahora en adelante las reformas judiciales y de gobierno se llevarán a cabo solo mediante un acuerdo amplio, que incluya todos los elementos legislativos discutidos en la Residencia del Presidente”, dijo Gantz.

“No se avanzará más legislación sin un amplio consenso”, agregó.

En respuesta, el Likud culpó a Gantz por el fracaso de las negociaciones anteriores y rechazó sus términos para reanudarlas.

“Esperábamos escuchar una oferta seria. Lamentablemente recibimos otro dictado. Si Gantz quiere seriamente el diálogo y el compromiso, está invitado a la Oficina del Primer Ministro esta noche”, dijo el partido en un comunicado.

Gantz también fue rechazado por los líderes de las protestas antigubernamentales en curso, quienes pidieron a los israelíes que se manifiesten el jueves por la noche “para salvar el país”.

“Solo una protesta intransigente y decidida evitará la dictadura”, dijeron en un comunicado.

“Ha llegado el momento de que Gantz internalice que Netanyahu está mintiendo y quiere convertir a Israel en una democracia peligrosa”, agregaron.

Fuentes del Yesh Atid del líder opositor Yair Lapid dijeron que el partido no planeaba unirse a Gantz para instar a la reanudación de las conversaciones.

En sus comentarios, Gantz advirtió sobre las consecuencias si no se llega a un acuerdo. Señaló el próximo ayuno de Tisha b’Av de duelo por la destrucción del Segundo Templo, diciendo que Israel “estaba en camino a… la destrucción”.

“La situación de seguridad es la más desafiante que hemos conocido desde la Guerra Fría, el peligro de guerra en frentes tanto cercanos como lejanos. El terror golpea nuestras calles, nuestros enemigos reciben el mensaje equivocado, erosionando nuestra disuasión”, dijo Gantz.

“Estoy muy preocupado. Este es un peligro claro e inmediato”, dijo, reiterando su oposición a las amenazas de los reservistas de dejar de ofrecerse como voluntarios en protesta por la reforma.

“Israel ganará cualquier guerra contra cualquier enemigo, excepto una guerra civil en la que todos perderemos”, advirtió Gantz. “La desintegración de la sociedad israelí es la mayor amenaza a la que nos hemos enfrentado en los 75 años de nuestra existencia”.

El pleno de la Knéset abrirá el domingo, cuando no suele reunirse, y el presidente de la Comisión de Constitución, Ley y Justicia, Simcha Rothman, presentará la iniciativa de ley sobre la razonabilidad.

Las objeciones y el debate sobre el proyecto continuarán hasta el mediodía del lunes, después de lo cual comenzará la votación para convertirla en ley.

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