El asesinato de Facundo Molares fue visto por millones de personas por televisión, e involucra directamente al Intendente de la ciudad de Buenos Aires.

DIEGO SCIRETTA

La acusación fue realizada por el juez Hugo Molares, padre de Facundo, que además defendió la historia de este argentino internacionalista y quien fuera además fotoreportero, uno de los firmantes del acuerdo de paz de La Habana, entre este histórico grupo insurgente y el gobierno colombiano.

Facundo se inició en la política a los 15 años, presidiendo un centro de estudiantes. Luego se recibió de ingeniero forestal y, emulando al Che Guevara, salió a recorrer América Latina.

La injusticia social y las desigualdades que vio en Colombia, le hicieron comprender que en esa tierra podría aportar con sus conocimientos y lucha, y así se las arregló para contactarse con las FARC, que incluso lo detuvieron, pensando que se trataba de un espía.

Facundo estuvo 17 años en las FARC, y llegó a ostentar el grado de comandante. Fue herido por un helicóptero artillado de la Fuerza Aérea Colombiana, y sin embargo se quedó ahí, luchando.

Después de la firma de paz, regresó a la Argentina a su Patagonia, y comenzó el trabajo como foto reportero para una revista de izquierda.

Facundo en Bolivia

Es esta revista quien lo envía a Bolivia a cubrir las elecciones, que terminarían en un golpe de estado fascista.

Pese a ser su cumpleaños, viaja a Bolivia siendo que su estado de salud no era bueno.

Se encontraba cubriendo un enfrentamiento de mineros contra la policía, cuando la fiebre le hace perder la conciencia y termina en el hospital japonés, y en estado de coma por sugerencia médica. Es en ese estado cuando es arrestado ilegalmente y llevado a la peor prisión boliviana, la cárcel de Cholchocoro.

Ahí, luego de torturas y parodia de juicio, salva su vida gracias a los presos comunes.

Es durante su presidio que, en contacto con quien escribe esta nota, Facundo me dice ser hijo de judía, lo que hace activar también la preocupación por su vida por parte de un grupo de ministros y dirigentes del laborismo israelí, que se suman al pedido internacional por su libertad.

Entre ellos se encuentra el Ministro Amir Pérez. Finalmente, después de este secuestro por parte de los golpistas bolivianos, Facundo regresa en el avión presidencial del gobierno argentino, no sin antes de ser detenido nuevamente por las autoridades bolivianas, ya que su visa había caducado. Esta detención duró sin embargo, solo un par de horas.

Facundo, de nuevo en Argentina, sigue trabajando como fotoreportero y se queda en Buenos Aires para empezar a tratar su salud.

Nuevo arresto de Facundo

Todo seguía un curso normal hasta que viaja a la Patagonia, donde a las 11:00 de la noche es detenido, esta vez por el gobierno argentino por una orden de Interpol, basada en un pedido ilegal de un fiscal colombiano, por el secuestro de un candidato colombiano.

Secuestro que el mismo candidato niega que haya sucedido, hasta el día de su liberación, donde la comandancia de las FARC le ordenaron que junto con la Cruz Roja lo dejen en libertad. …

La justicia argentina lo tuvo dos meses injustificadamente detenido, impidiéndole proseguir con los controles médicos fuera de la cárcel, perjudicando su estado de salud.

Facundo fue invitado a Israel para hacer “aliá” y recuperarse. Aunque seguramente lo estaba sopesando, su amor y otros compromisos con el pueblo argentino y su familia hacían esta opción casi imposible, aunque es de suponer que en América Latina era un “marcado” y su vida estaría en riesgo siempre, por lo que él mismo significaba como dirigente revolucionario, “en una izquierda que ladra pero no muerde”, como él mismo solía definirla.

Una muerte grotesca, un asesinato repugnante y cobarde

Fue en el Obelisco, a plena luz del día. Su organización, de no más de 50 militantes, hacía un acto llamando al voto en blanco. No cortaban la calle, no había ningún tipo de agresión contra el desproporcionado cordón policial, cuando tres policías se le acercaron, mientras él estaba fumando a un costado.

Lo tiran al suelo, lo presionan con sus rodillas y botas, mientras lo esposa y la gente y los periodistas alertan a la policía que lo estaban matando, que estaba morado. Solo 9 minutos después, alguien inició masajes cardiorrespiratorios y solo veinte minutos después lo llevaron a la ambulancia.

La fiscal no permitió entrar a los médicos de la familia a la autopsia, planteando que su muerte prácticamente era natural. A la noche, el mismo día de la muerte de Facundo, más de 50 mil personas repudiaron este asesinato y el día viernes se decretó como día de duelo y repudio para todas las escuelas de Buenos Aires por el sindicato que aglutina a los docentes.

Estamos seguro que este caso no quedará impune ya que su padre , el Juez Hugo Molares, es otro valiente luchador por la justicia .

La totalidad de las organizaciones de derechos humanos de Argentina repudiaron este asesinato.

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