Alrededor de 150 personas realizaron el jueves una manifestación propalestina frente a la Embajada de Israel en México que terminó en actos de vandalismo.

La manifestación fue convocada por propalestinos, como ha ocurrido a nivel mundial, en el marco de la actual guerra entre Israel y Hamás.

En un comunicado, la Embajada de Israel condenó los actos de vandalismo que tuvieron lugar frente a sus instalaciones.

De acuerdo con la Embajada de Israel, algunos de los manifestantes vandalizaron el memorial a las víctimas del ataque de Hamás, pintaron grafitis cerca de la Embajada y destruyeron una obra de arte que conmemoró los 70 años de lazos México–Israel.

En la manifestación también se apreciaron una bandera de Israel con una esvástica nazi, acusaciones escritas contra Israel de “limpieza étnica” y “exterminio“, así como un grafiti que decía “sionistas de mierda“.

“La Embajada de Israel apoya la libertad de expresión y la protesta, pero enfatiza que el apoyo a Hamás no es ni será un apoyo a los habitantes de Gaza“, apuntó la misión israelí.

La sede diplomática encabezada por Einat Kranz Neiger agradeció a la policía de la Ciudad de México por su labor para garantizar la seguridad.

Manifestaciones, mítines y vigilias se han llevado a cabo en todo el mundo tras el mortífero ataque de Hamás contra Israel el pasado 7 de octubre, en el que al menos 1300 personas fueron asesinadas y más de 3000 fueron heridas.

Muchos de los monumentos más reconocibles del mundo han sido iluminados en los últimos días con los colores azul y blanco de la bandera de Israel como muestra de solidaridad.

Desde lugares como la Torre Eiffel de París hasta la Casa Blanca, ha habido una extraordinaria muestra de apoyo global con Israel.

Cientos de miles de musulmanes se manifestaron este viernes en todo Medio Oriente en apoyo a los palestinos, lo que subraya el riesgo de un conflicto regional más amplio mientras Israel se prepara para una posible invasión terrestre.

Desde las calles del centro de Amán en Jordania hasta Saná, la capital de Yemen marcada por la guerra, multitudes de  musulmanes salieron a las calles después de las oraciones del viernes, enojados por los devastadores ataques aéreos israelíes contra Hamás en Gaza.

En la Mezquita de Al-Aqsa en la Ciudad Vieja de Jerusalén, la policía israelí permitía que sólo ciertos hombres, mujeres y niños mayores ingresaran al extenso complejo en la cima de una colina para orar, tratando de limitar el potencial de violencia.

Sólo 5.000 fieles llegaron al lugar, dijo la fundación islámica que gestiona la mezquita. En un viernes típico, unas 50.000 personas realizan las oraciones.

Las situación ha llevado a que en comunidades judías en algunos países se haya elevado su seguridad, como en México, ante el temor de posible acciones en su contra.

 

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