Enlace Judío – ¿En qué momento empezamos a narrar? ¿Las cuevas de Lascaux (pinturas rupestres) cuentan como narraciones? ¿Antes de ellas ya nos contábamos historias? No lo sé y quizás no sea posible saberlo. Sin embargo, lo que es un hecho es que las historias y relatos han estado en cada una de nuestras culturas por más de cinco milenios. Hay algo tan bello en aprender del ejemplo que también es la manera en que hemos decidido enseñar a nuestros hijos. No importa a dónde miremos siempre vamos a encontrar historias.

Tal es el caso también de la cultura judía: desde las primeras narraciones bíblicas hasta los cuentos inacabables del Talmud, o los relatos orales que jamás murieron. Estamos llenos de historias y cada una de ellas carga con un peso singular. La corriente jasídica no es la excepción a la regla en muchos sentidos las historias y enseñanzas que se narran de los maestros jasídicos constituyen el corazón de su pensamiento.

Jasidismo

Una de las cosas que más me gustan de esta corriente es que si bien no pierden el énfasis en la importancia del estudio y la rigurosidad, el aspecto místico toma en ellos un matiz mucho más importante. Se valora por encima de todas las cosas la relación personal que el individuo guarda con D-os, sin por ello descuidar el peso de una tradición, un pasado y un encuentro más grande con el mundo.

Parte del pensamiento jasídico se basa en apreciar y reconocer el valor de cada individuo. En buscar la armonía a través de la unión y la participación de cada persona. Las siguientes historias guardan un poco del espíritu de lo mismo.


Abel y Caín

Historia

Rab Uri said: “My teacher, rabbi Shelomo of Karlin, had the soul of Abel. Now there are people within whom the good traits of Cain’s soul have their habitation, and these are very great”.

Traducción

Rab Uri dijo: “Mi maestro, el rabino Shelomo de Karlin, tenía el alma de Abel. Ahora bien, hay personas dentro de las cuales tienen su morada los buenos rasgos del alma de Caín, y éstas son muy grandes”.

Análisis

Si uno lee con cuidado las primeras historias de la Torá se dará cuenta que ocurre algo muy curioso: Caín es condenado a vagar por la tierra debido al crimen que comete al matar a su hermano Abel. Pareciera ser que Abel es el ejemplo del humano perfecto, D-os acepta todas sus ofrendas, y Caín el ser humano condenado, el asesino del cual huimos, sin embargo, en la narración nos damos cuenta que todos descendemos de Caín. Es el antepasado de Noé, es en cierta forma el padre de todos nosotros. Aunque se narra la historia de su asesinato hay bendiciones para Caín, hay aspectos de Caín que son rescatados, se reconoce su valía.

En este relato ocurre lo mismo, remarcar la belleza del alma de Caín implica remarcar la belleza del alma humana. De quien frente a sus propios demonios encuentra a D-os; de quien decide brillar frente a su propia oscuridad.


Entre enseñar y esconder


Historia

Rabbi Asher of Stolyn, a disciple of Rabbi Shelomo’s, said concerning the hasidim of his time: “They are peasants of clay and cossacks of straw! When they come to the rabbi, they show him what is good, and what is bad they conceal from him. Now, when I came to my sweet, holy darling rabbi (and while he said this, he kissed his finger-tips), I concealed the good from him, but showed him what was bad. For it is written that the priest should look on the plague.”

Traducción

Rab Asher de Stolyn, discípulo del rabino Shelomo, dijo respecto a los hasidim de su época: “¡Son campesinos de barro y cosacos de paja! Cuando vienen al rabino, le muestran lo que es bueno, y lo que es malo lo ocultan. Ahora bien, cuando yo acudía a mi dulce y querido rabino (y mientras decía esto, se besaba las yemas de los dedos), le ocultaba lo bueno, pero le mostraba lo malo. Porque está escrito que el sacerdote debe mirar la peste”.

Análisis

Esta experiencia es sumamente común tanto entre niños como entre adultos. Queremos ser vistos con amor y admiración por aquellos a quienes queremos, más aún si implica un modelo o un maestro. Sentimos una responsabilidad natural por nuestra imagen frente a ellos. Sin embargo, eso puede llevar a la persona a vivir una división interna muy grande e irónicamente es muestra de una falta de cercanía con aquellos con quien uno se presenta de esa forma.

En este relato, el mostrar aquello que no es bello frente al maestro del que habla es una forma de aceptación, de cercanía, de amor. El cierre además lo lleva al plano de Israel como pueblo, pues era el cohen quien curaba las manchas de las plagas por haber cometido una falta moral.