El partido de extrema derecha Otzmá Yehudit se opuso al acuerdo para la liberación de rehenes aprobado este martes por el gabinete israelí, informó The Jerusalem Post.
El acuerdo incluye cuatro días de tregua durante los cuales un total de 50 mujeres y niños serán liberados. Durante cada día adicional de cese al fuego acordado se liberarán otros 10 rehenes. Sin embargo, si Hamás toma alguna medida contra Israel durante esos días, Israel será libre de contraatacar y reanudar su ataque militar.
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El ministro dijo que si bien es bueno que mujeres y niños regresen a sus hogares, Israel tiene el deber moral de garantizar el regreso de todos los rehenes.
“No tenemos derecho a aceptar separarlos y que solo algunos de ellos regresen y no podemos aceptar un esquema que provee la liberación de terroristas mujeres y menores de edad cuando no recuperamos a todos”, enfatizó.
“Hamás quería deshacerse de las mujeres y los niños en la primera etapa porque causaron presión internacional, y la organización quiere combustible, terroristas liberados y a cambio, una interrupción en la actividad de las FDI“, añadió.
Ben Gvir sostuvo que este es el momento de seguir ejerciendo presión militar sobre Hamás y obtener resultados, y añadió que Israel está cometiendo los mismos errores que ha cometido en el pasado.
El partido Hatzionut Hadatit, liderado por el ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, también tenía la intención de votar en contra del acuerdo, pero finalmente se convenció y votó a favor.
“Los ministros de Hatzionut Hadatit están convencidos de que este es un logro que coincide y promueve los objetivos de la guerra y no los perjudicará, dijo el partido en un comunicado después de la votación. Es un acuerdo con precios bajos que es resultado de la presión ejercida sobre Sinwar, un acuerdo que liberará a muchas mujeres y niños, y una medida que está limitada en el tiempo e incluye mecanismos claros que evitarán la erosión. Inmediatamente después, la guerra continuará hasta que Hamás sea destruido”.
Smotrich añadió que espera que el acuerdo tenga éxito y que muchas familias se reúnan pronto.
Los jefes de las FDI, el Mossad y el servicio seguridad Shin Bet aseguraran a los ministros que este acuerdo también tendría beneficios de seguridad para la guerra.
El primer ministro Benjamín Netanyahu enfatizó al comienzo de la reunión de gabinete que después de la tregua acordada, Israel continuará la guerra en Gaza hasta que todos los rehenes estuvieran en casa y Hamás fuera destruido y dejara de ser una amenaza.
“No aflojaremos hasta que la victoria sea nuestra y hasta que todos los rehenes también estén en casa”, dijo.
“El regreso de nuestro pueblo es una cuestión moral“, afirmó el ministro de Defensa, Yoav Gallant. Es el compromiso entre el Estado y el gobierno y sus ciudadanos.
El presidente Yitzhak Herzog apoyó el acuerdo después de que fuera aprobado por el gobierno.
“Las dudas son comprensibles, dolorosas y difíciles, pero en las circunstancias actuales, respaldo y apoyo la decisión del gobierno”, señaló
El líder de la oposición, Yair Lapid, se hizo eco de esta opinión. “El Estado de Israel tiene el principal deber de seguir trabajando para que hasta el último rehén regrese a casa”, afirmó. “Acogemos y apoyamos a sus familias”.
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