Murió a los 100 años Henry Kissinger, quien fue secretario de Estado de Estados Unidos entre 1973 y 1977.

Henry Kissinger, un respetado académico y estadista estadounidense, murió hoy a en su casa de Connectiut“, dijo un comunicado oficial de su consultoría sobre su deceso.

Kissinger nació en el seno de una familia judía de Alemania en 1923 en la localidad de Fürth. Su nombre original era Heinz Alfred.

Su tatarabuelo Meyer Löb adoptó el apellido alemán Kissinger de la localidad bávara de Bad Kissingen.

Durante su niñez vivió el ascenso de los nazis al poder en Alemania y padeció del antisemitismo que fue apoderándose del país.

Cuando tenía 15 años, en 1938, Kissinger y su familia abandonaron Alemania para huir de la persecusión antisemita nazi.

A pesar de huir de Alemania cuando los nazis estaban en el poder y de perder a varios miembros de su familia en el Holocausto, Kissinger mostró poco apego sentimental a los intereses judíos y le dijo a un amigo en la década de 1970 que el judaísmo “no tiene ningún significado para mí”.

La primera parada de la familia fue Reino Unido y posteriormente migraron hacia Nueva York en Estados Unidos.

En Estados Unidos destacó académicamente y se graduó en ciencia política en la Universidad de Harvard en 1950, donde estudió su maestría y doctorado en 1951 y 1954, respectivamente.

En 1973 asumió como secretario de Estado de Estados Unidos, el primero de origen judío.

Kissinger desempeñó un papel destacado en la política exterior de Estados Unidos entre 1969 y 1977, siendo pionero en la política de distensión con la Unión Soviética, orquestando una apertura de relaciones con China

Fue parte de la diplomacia internacional alrededor de la Guerra de Yom Kipur entre Israel y los países árabes, y negoció los Acuerdos de Paz de París, que pusieron fin a la participación estadounidense en la Guerra de Vietnam.

En la Guerra de Yom Kipur, Nixon ordenó un puente aéreo de emergencia con reabastecimientos para Israel, y memorandos de la época muestran a Kissinger resistiéndose a la renuencia del Pentágono a llevarlo a cabo.

Más tarde, los esfuerzos de Kissinger por poner fin a la guerra dieron origen al término “diplomacia de lanzadera”.

Dos años más tarde, mientras Kissinger se sentía cada vez más frustrado por la intransigencia israelí al retirarse de las zonas del Sinaí conquistadas en la guerra de 1967, presionó a Gerald Ford para que llevara a cabo una “reevaluación” de las relaciones con Israel.

Eso precipitó una profunda crisis entre la Casa Blanca y el gobierno israelí, pero finalmente produjo un acuerdo entre Israel y Egipto para resolver pacíficamente las disputas pendientes, lo que a su vez allanó el camino para su tratado de paz.

“No hay manera de contar la historia de Camp David y el tratado de paz egipcio-israelí sin mencionar a Kissinger y la diplomacia itinerante de 1973″, de acuerdo con el historiador Gil Troy, según recoge JTA.

“Si uno quiere aceptar el enfoque de amor duro en lugar de amor-amor en las relaciones entre Estados Unidos e Israel, el mejor ejemplo sería la reevaluación de marzo de 1975”.

Kissinger ejerció una influencia poco común en los asuntos globales bajo los presidentes Nixon y Ford, lo que le valió tanto la descalificación como el Premio Nobel de la Paz.

El poder de Kissinger creció durante la agitación del Escándalo de Watergate, cuando el diplomático asumió un papel similar al de copresidente del debilitado Nixon.

Después de dejar el gobierno, formó Kissinger Associates, una firma de consultoría geopolítica internacional.

Kissinger escribió más de una docena de libros sobre historia diplomática y relaciones internacionales.

Después de dejar el cargo, Kissinger afirmó en un discurso de 1977 que “la seguridad de Israel es un imperativo moral para todos los pueblos libres”.

En las décadas siguientes, defendió públicamente los intereses israelíes, argumentando que la ausencia de paz en Medio Oriente era producto de la intransigencia árabe y expresando escepticismo ante los esfuerzos por concluir un acuerdo nuclear con Irán.

En 2012, recibió el honor civil más alto de Israel de manos del presidente Shimon Peres por su “significativa contribución al Estado de Israel y a la humanidad”.

En 2014 recibió el Premio Theodor Herzl del Congreso Judío Mundial.

A los 99 años, todavía estaba de gira por su libro sobre liderazgo.

Cuando se le preguntó en una entrevista de julio de 2022 con la cadena ABC si deseaba poder retractarse de alguna de sus decisiones, Kissinger objetó y dijo: “He estado pensando en estos problemas toda mi vida. Es mi hobby además de mi ocupación. Y por eso las recomendaciones que hice fueron las mejores de las que era capaz en ese momento”.

Tenía pensamientos encontrados sobre el historial de Nixon, diciendo que “su política exterior se ha mantenido y fue bastante eficaz en la política interna”, al tiempo que admitía que el presidente caído en desgracia se había “permitido participar en una serie de medidas que eran inapropiadas para un presidente”.

Cuando Kissinger cumplió 100 años en mayo de 2023, su hijo David escribió en The Washington Post que el centenario de su padre “podría tener un aire de inevitabilidad para cualquiera que esté familiarizado con su fuerza de carácter y su amor por el simbolismo histórico. No sólo ha sobrevivido a la mayoría de sus compañeros, eminentes detractores y estudiantes, sino que también ha permanecido infatigablemente activo durante sus noventa años”.

Cuando se le preguntó durante una entrevista de la cadena CBS en vísperas de su centenario sobre aquellos que ven su conducta en política exterior a lo largo de los años como una especie de “criminalidad”, Kissinger desdeñó ello.

“Eso es un reflejo de su ignorancia”, dijo Kissinger. “No fue concebido de esa manera. No se llevó a cabo de esa manera”.

Reproducción autorizada con la mención siguiente: ©EnlaceJudío