La sede de la AMIA, blanco de un atentado en julio de 1994, recibió el miércoles una amenaza de bomba, informó Infobae.

Tras la notificación, personal de la policía fue desplazado hasta Pasteur 633, en el barrio de Balvanera en Buenos Aires.

Allí, directivos de la institución confirmaron la amenaza, que fue recibida mediante tres emails en las oficinas administrativas, con dos correos separados.

La misiva también incluyó una amenaza de bomba para la DAIA, el órgano representativo de la comunidad judía argentina.

Personal de la policía revisó el lugar en busca de explosivos, con el protocolo correspondiente para una amenaza de bomba.

Mientras tanto, las autoridades controlaron el perímetro. Poco después del mediodía, el análisis del perímetro, que incluyó uso de rayos X y la intervención de expertos en explosivos, se determinó que no había una bomba en el lugar.

Un juez ordenó a la policía analizar los metadatos de los correos para encontrar a los responsables, bajo sospecha de la comisión del delito de intimidación pública.

La amenaza falsa de bomba tuvo lugar en medio de la guerra entre Israel y Hamás, que ha generado una ola de antisemitismo a nivel mundial.

Reproducción autorizada con la mención siguiente: ©EnlaceJudío