Egipto ha advertido a Israel y a Estados Unidos que no permitan una situación en la que los palestinos desplazados huyan de Gaza hacia la Península del Sinaí, reportó el sitio Axios.

Tal éxodo podría causar una “ruptura” en las relaciones entre Egipto e Israel, se dijo que advirtió El Cairo.

Según UNRWA, la agencia de ayuda de las Naciones Unidas para los refugiados palestinos, alrededor del 85% de la población de Gaza, casi 2 millones de personas, ha sido desplazada desde que estalló la guerra tras el ataque de Hamás el 7 de octubre contra Israel.

La preocupación de Egipto, según el informe de Axios, es que a medida que la operación de las FDI se expanda hacia el sur de la Franja, Israel “empujará a los palestinos de Gaza a Egipto y no les permitirá regresar después de la guerra”.

A principios de este mes, el Canal 12 y Kan informaron que Hamás estaba tratando de provocar tensiones entre Israel y Egipto obligando a los desplazados de Gaza al sur, hacia el cruce fronterizo de Rafah, para presionar a El Cairo y pedir un alto el fuego.

Jerusalén no tiene intención de obligar a los refugiados de Gaza a cruzar la frontera hacia Egipto, de acuerdo con medios israelíes.

Unos 3.000 terroristas irrumpieron en la frontera con Israel desde Gaza por tierra, aire y mar el 7 de octubre, matando a unas 1.200 personas y tomando unos 240 rehenes de todas las edades al amparo de una avalancha de miles de cohetes disparados contra localidades israelíes.

En respuesta, Israel lanzó una campaña militar con el objetivo de destruir las capacidades militares y de gobierno del grupo terrorista y asegurar el regreso de los rehenes.

El Ministerio de Salud de Gaza, dirigido por Hamás, dice que hasta ahora más de 17.000 personas han muerto en la ofensiva.

Las cifras no pueden verificarse, pero el número total coincide en gran medida con una evaluación de Israel, que dijo que cree que más de 5.000 de los muertos son agentes de Hamás.

Egipto abrió el cruce de Rafah a finales de octubre para permitir que los palestinos heridos fueran tratados en hospitales egipcios en el Sinaí, con garantías israelíes de que se les permitiría regresar al enclave.

A principios de noviembre también se permitió a unos 7.000 extranjeros y con doble nacionalidad de Gaza salir de la Franja a través de Rafah.

Los informes se produjeron cuando las FDI dijeron que las tropas siguen avanzando en Khan Younis, en el sur de Gaza, y en el campamento de Jabaliya, en el norte de la Franja, y que la Fuerza Aérea lleva a cabo ataques contra cientos de objetivos de Hamás.

En una llamada telefónica el jueves con el primer ministro Benjamín Netanyahu, el presidente estadounidense Joe Biden “enfatizó la necesidad crítica de proteger a los civiles y separar a la población civil de Hamás”, dijo la Casa Blanca en un comunicado.

Biden también pidió “corredores que permitan a las personas moverse con seguridad desde áreas definidas de hostilidades”.

El gran número de víctimas civiles en el conflicto ha provocado preocupación mundial, acentuada por la escasez causada por las restricciones israelíes que han limitado el acceso a alimentos, agua, combustible y medicinas.

Algunos residentes han acusado a Hamás de robar la ayuda que llega. Israel también sostiene que Hamás está acumulando suministros y manteniéndolos alejados de una población civil cada vez más desesperada.

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