(JTA) – La cantante e influidora de las redes sociales Montana Tucker, que viajó a Israel para dar testimonio después del mortal ataque terrorista de Hamás el 7 de octubre, caminó por la alfombra roja de los Grammy el domingo por la noche con un vestido destinado a llamar la atención sobre los israelíes que siguen como rehenes en Gaza.
El vestido de Tucker presentaba una gran cinta amarilla en el centro, en un guiño a los 253 rehenes tomados cautivos por Hamás el 7 de octubre, de los cuales 132 permanecen en Gaza, no todos con vida.
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Tucker, que es judía, visitó Israel en diciembre (uno de varios influencers que lo hicieron) y organizó allí un flash mob con un sobreviviente de la masacre del festival de música Supernova, donde unas 360 personas fueron masacradas.
Además del homenaje con la cinta amarilla, Montana usó un collar plateado con la Estrella de David.
Llamando también la atención sobre la masacre del festival de música, el director general de la Academia de la Grabación, Harvey Mason Jr., rindió homenaje durante la ceremonia de entrega de premios a sus víctimas, atendiendo a un llamamiento realizado la semana pasada por el director general del Comité Judío Americano.
“La música debe ser nuestro espacio seguro. Cuando eso se viola, ataca el núcleo mismo de quiénes somos”, dijo Mason desde el escenario de la ceremonia de premiación, celebrada en el Crypto.com Arena de Los Ángeles.
Enumeró una serie de atentados mortales en conciertos o festivales de música. “Lo sentimos en la sala de conciertos Bataclan de París. Lo sentimos en el Manchester Arena de Inglaterra. Lo sentimos en el Festival de Música Route 91 Harvest en Las Vegas. Y, el 7 de octubre, volvimos a sentir eso, cuando escuchamos la trágica noticia del Supernova Music Festival for Love, que más de 360 aficionados de la música perdieron la vida y otros 40 fueron secuestrados”.
Algunos sobrevivientes del evento, un festival de trance celebrado en un kibutz a sólo tres millas de la frontera de Gaza que sufrió horas de ataque por parte de terroristas de Hamás, desde entonces han comparado su experiencia con el Holocausto.
“Ese día y todos los días trágicos que siguieron han sido terribles para el mundo mientras lamentamos la pérdida de todas las vidas inocentes”, concluyó Mason.
No nombró a Israel, Gaza o Hamás en sus comentarios, pero el tema de la guerra de cuatro meses entre Israel y Hamás surgió varias veces durante la ceremonia de entrega de premios de música y, según informes, algunos asistentes fueron retrasados por manifestantes pro palestinos que se manifestaban fuera del evento.
La cantante Annie Lennox pidió un alto el fuego durante un homenaje a Sinead O’Connor, la cantante irlandesa fallecida el año pasado.
“¡Artistas por el alto el fuego! ¡Paz en el mundo!” Lennox gritó durante su actuación. La intérprete escocesa de “Sweet Dreams” fue uno de los cientos de artistas que solicitaron en diciembre al presidente estadounidense Joe Biden un alto el fuego inmediato en la guerra en la que Israel ha prometido eliminar a Hamás y poner fin al gobierno de 16 años del grupo terrorista en la Franja de Gaza.
La ceremonia se produce un mes después de que un puñado de asistentes llevaran cintas amarillas a la ceremonia de entrega de premios de los Globos de Oro tras un esfuerzo de defensa de las familias de los rehenes.
El movimiento de las familias rehenes no impulsó públicamente muestras de apoyo en los Grammy, pero el director ejecutivo del American Jewish Committee, Ted Deutch, sí lo hizo, instando a la Academia de la Grabación a llamar la atención sobre las víctimas de Nova. Agradeció a la academia por el homenaje a Mason en un comunicado.
“Mientras nuestros corazones continúan sufriendo por las vidas que se perdieron, nos reconforta el conmovedor homenaje de esta noche”, dijo Deutch. “La música puede ser una gran fuente de curación”.
La solicitud de Deutch no fue la única que se hizo a la Academia de la Grabación en nombre de los judíos este año. Varios artistas judíos también instan al grupo a crear un premio a la mejor música judía, similar al que ya existe para la música cristiana.
Taylor Swift y el trío pop Boygenius fueron los grandes ganadores durante la ceremonia de premios, pero el productor judío Jack Antonoff, que una vez usó un collar de Estrella de David en otra ceremonia de premios, se llevó a casa el premio al productor del año, no clásico. Noah Kahan, un cantautor judío que saltó a la fama en TikTok, fue nominado pero no ganó el premio a Mejor Artista Revelación.
