Caitlin Schwartz ha luchado y vencido al cáncer no una, sino dos veces. En los últimos dos años de su vida ha soportado más de lo que la mayoría puede imaginar. Aun así, su sonrisa es contagiosa y comparte su historia con claridad, humor y resiliencia.

COOK CHILDREN’S

En septiembre de 2021, Caitlin se despertó con un dolor en el hombro derecho; pensó que podría haberse lastimado en la clase de gimnasia. Caitlin y su madre, Jessica Allen, inicialmente no pusieron mucha atención al dolor, pero cuando empeoró progresivamente durante los siguientes meses decidieron programar una cita con su pediatra. 

Un ortopedista pediátrico le solicitó radiografías del hombro e inicialmente sospechó que tenía el omóplato roto. Inmediatamente, envió a Caitlin a hacerse una resonancia magnética. Jessica, que es maestra, estaba en su salón de clases cuando recibió la llamada telefónica que le cambió la vida. Caitlin no se había roto el omóplato: tenía cáncer. 

 

 

“Me diagnosticaron sarcoma de Ewing en el omóplato derecho”, dice Caitlin. El sarcoma de Ewing es un tipo poco común de cáncer de huesos que ocurre con mayor frecuencia en niños y adolescentes. Cuando se descubrió el tumor de Caitlin, era tan grande que cubría todo su hombro. Afortunadamente, su cáncer estaba en etapa dos y estaba aislado en su hombro.

Durante los siguientes seis meses, Caitlin completó su quimioterapia en Cook Children’s Medical Center. A partir de mayo de 2022, se sometió a un total de 36 sesiones de radiación de protones en el hombro. Caitlin experimentó todos los efectos secundarios a la quimioterapia, incluida la caída del cabello, náuseas y pérdida de peso. También sufrió quemaduras por radiación, por lo que tuvo que tomar medicamentos especiales. 

Milagrosamente, cuando Caitlin terminó todo su tratamiento en octubre de 2022, sus estudios estaban limpios. Ella y su familia celebraron a lo grande por su cumpleaños, el fin de la quimioterapia y el logro de la remisión. Lo que no sabían era que la batalla de Caitlin estaba lejos de terminar.

Caitlin volvió a la escuela sólo tres días antes de empezar a sentirse muy mal. Jessica la trajo de regreso a Cook Children’s para realizar laboratorios de emergencia. Poco después, el Dr. Kenneth Heym, oncólogo pediatra de Cook Children’s, le diagnosticó leucemia mieloide aguda (LMA).

 

Caitlin había contraído LMA a causa de una de las quimioterapias utilizadas para tratar su sarcoma de Ewing. “La leucemia secundaria puede ocurrir después del tratamiento de tumores sólidos como el de Caitlin, pero es bastante raro y la tasa de supervivencia es menos del 50%“, dice el Dr. Heym. “Sabemos que las leucemias secundarias causadas por la quimioterapia son muy, muy difíciles de tratar. La única posibilidad de cura es con un trasplante de médula ósea”.

Para iniciar el tratamiento de LMA, a Caitlin le administraron una quimioterapia extremadamente agresiva que no tuvo éxito. Afortunadamente logró entrar a un protocolo clínico de un nuevo fármaco “inhibidor de la menina”, específico para la alteración genética de su leucemia, junto con una nueva quimioterapia.

Una vez más, Caitlin logró una recuperación notable. Después de completar su protocolo clínico, su LMA desapareció. Según el Dr. Heym, la remisión de Caitlin es “nada menos que un milagro”.

El siguiente paso en el tratamiento de Caitlin fue un trasplante de médula ósea el 4 de mayo de 2023. “Básicamente está reiniciando su cuerpo, pero con mis células y sangre buena, con la esperanza de mantener alejado el cáncer y prevenir una recaída”, dijo Jessica, quien fue su donante.

 

 

A pesar de causar estragos en el cuerpo de Caitlin, su trasplante de médula ósea fue increíblemente exitoso. Aunque está en remisión, todavía no está fuera de peligro. “Todavía hay muchas posibilidades de que su leucemia regrese y, si lo hace, será mucho más difícil de tratar”, dijo el Dr. Heym. “Pero hasta ahora ha superado todas las probabilidades. Si alguien va a continuar venciendo los contratiempos, será Caitlin”.

 

 

A lo largo de su batalla, Caitlin ha encontrado alegría en los bebés peludos del hospital (perros terapéuticos) y en los amigos que ha conocido en el camino. “Cuando no había un perro rondando por ahí, le pedía a una enfermera que fuera a buscarlo”, se ríe Jessica.

En este momento, Jessica y Caitlin están tomando la vida en remisión día a día, apoyándose en sus familiares y amigos. “Estamos trabajando para que Caitlin pueda volver a ser niña y hacer todas las cosas que se ha perdido en los últimos dos años”, dijo Jessica.

“Ningún niño de esa edad debería enfrentar tantos desafíos como Caitlin”, dijo el Dr. Heym. “Pero ella continúa mostrándonos valentía, gracia, humor y actitud. Nada, ya sea el cáncer o el tratamiento, impedirá que Caitlin deje de ser Caitlin. Y me siento afortunado de haber podido ayudar a cuidarla”.

Para mantenerse al día con el viaje de Caitlin, siga a Jessica en Instagram: @thestoryofthree.

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Ubicado en Fort Worth, Texas, atendemos con pasión a más de 1,5 millones de pacientes cada año. Desde 1989, el Programa Global de Cook Children’s ha atendido a miles de pacientes de todo el mundo. Nuestro centro ofrece servicios en todas las especialidades pediátricas y ha sido reconocido año tras año por U.S. News & World Report entre los mejores hospitales infantiles en los Estados Unidos.

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