Israel está aplicando una versión aún más extrema de apartheid contra los palestinos en Judea y Samaria que la que se aplicó en Sudáfrica contra los negros antes de 1994, dijo dicho país este martes a la Corte Internacional de Justicia, informó The Times of Israel.

“Nosotros, como sudafricanos, percibimos, vemos, escuchamos y sentimos profundamente las políticas y prácticas inhumanas y discriminatorias del régimen israelí como una forma aún más extrema del apartheid que se institucionalizó contra los negros en mi país”, dijo Vusimuzi Madonsela, Embajador de Sudáfrica en los Países Bajos, donde tiene su sede la Corte Internacional de Justicia.

Una cifra sin precedentes de 52 países está tomando posición ante la Corte Internacional de Justicia, a la que se le ha pedido que proporcione una “opinión consultiva” no vinculante sobre las implicaciones legales del control de Israel sobre los territorios palestinos.

“Está claro que la ocupación ilegal de Israel también está siendo administrada violando el crimen de apartheid… Es indistinguible del colonialismo de colonos. El apartheid de Israel debe terminar”, afirmó Madonsela.

Dijo que Sudáfrica tiene una “obligación especial” de denunciar el apartheid donde quiera que ocurra y garantizar que “llegue a su fin inmediato”.

Israel rechaza cualquier acusación de apartheid y afirma que sus propios ciudadanos árabes disfrutan de los mismos derechos.

Israel también señala que otorgó autonomía limitada a la Autoridad Palestina en el apogeo del proceso de paz en la década de 1990 y retiró a todos sus soldados y colonos de Gaza en 2005.

Israel no está siendo parte de este procedimiento, pero envió una contribución escrita en la que describió las preguntas que se le habían hecho al tribunal como “perjudiciales” y “tendenciosas”.

La oficina del primer ministro Benjamín Netanyahu dijo en un comunicado que el conflicto palestino-israelí debería resolverse mediante negociaciones.

Dijo que este procedimiento tiene como objetivo “dañar los derechos de Israel a defenderse de amenazas existenciales”.

Este procedimiento es diferente al presentado por Sudáfrica en diciembre pasado contra Israel por genocidio.

En ese caso, la Corte Internacional de Justicia emitió un fallo inicial que ordenaba a Israel hacer todo lo que estuviera a su alcance para impedir actos genocidas en Gaza y permitir la entrada de ayuda humanitaria, pero no ordenó un alto el fuego.

Las audiencias comenzaron el lunes con tres horas de testimonio de funcionarios palestinos, que acusaron a Israel de administrar un sistema de “colonialismo y apartheid”.

El ministro de Asuntos Exteriores de la Autoridad Palestina, Riyad Al-Maliki, instó a los jueces a pedir el fin de la ocupación “inmediata, total e incondicionalmente”.

La CIJ decide en disputas entre estados. Sin embargo, también se le puede pedir que brinde una opinión legal sobre un tema de derecho internacional, aunque sus recomendaciones no son vinculantes.

Las Naciones Unidas le pidieron en diciembre de 2022 que brindara orientación sobre las “consecuencias legales que surgen de las políticas y prácticas de Israel en el territorio palestino ocupado, incluida Jerusalén Este”.

El procedimiento del lunes fue el primero de seis días de audiencias en La Haya sobre la solicitud de la ONU.

Cuando la Corte Internacional de Justicia falla en casos contenciosos entre Estados, su sentencia es vinculante pero tiene pocos medios para hacerla cumplir. Ordenó a Rusia que detuviera su invasión de Ucrania, por ejemplo.

Por el contrario, una opinión consultiva no es en absoluto vinculante, pero probablemente aumentaría la creciente presión internacional sobre Israel por su ofensiva en Gaza.

Se cree que la Corte Internacional de Justicia pueda emitir su opinión consultiva antes de fin de año.

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