Los sobrevivientes de la masacre del 7 de octubre están demandando a Associated Press (AP) por ayudar a una organización terrorista mediante la contratación de fotoperiodistas independientes que supuestamente participaron en la masacre, según The Standard.
La demanda alega que AP sabía de la afiliación de los hombres con Hamás y que a pesar de ello los contrató.
El grupo, compuesto por israelíes-estadounidenses y estadounidenses, está demandando por daños y perjuicios en virtud de la Ley Antiterrorista en el Tribunal Federal del Distrito Sur de Florida.
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“No hay duda de que los fotógrafos de AP participaron en la masacre del 7 de octubre y que AP sabía, o al menos debería haber sabido, mediante la simple diligencia debida, que las personas a las que estaban pagando eran afiliados de Hamás desde hacía mucho tiempo y participantes plenos en el ataque terrorista que también ellos estaban documentando”, afirma la demanda según Jewish News.
Uno de los periodistas en cuestión es Hassan Eslaiah, que entró en Israel en la parte trasera de una motocicleta con miembros de Hamás. CNN contrató a Eslaiah después del 7 de octubre como autónomo y no tenía “ningún motivo para dudar de la precisión periodística del trabajo que ha realizado para nosotros”, según informó The Jerusalem Post.
Eslaiah tomó varias fotografías de la masacre, como tanques en llamas, pero también una habitación llena de sangre y cuerpos.
Alegada ignorancia
Afirma no haber tenido aviso previo del ataque, sin embargo, el Post puede verificar que publicó en su canal de Telegram a las 5:59 a.m. “Despertamos a los grandes dones de Dios. El espíritu ha regresado y nuestras bendiciones han aumentado”.
Esto fue media hora antes de que comenzara el ataque, durante toda la mañana siguió publicando más mensajes e imágenes de la masacre.
A pesar de sus afirmaciones de que no tiene afiliación con Hamás, se vio a Eslaiah recibiendo un beso del jefe militar de Hamás, Yahya Sinwar, en 2020.
Otros dos periodistas acusados de participar en la masacre del 7 de octubre, Yousef Masoud y Samar Abu Elouf, ganaron el jueves el premio George Polk de la Universidad de Long Island. Su empleador, The New York Times, defendió la decisión de retenerlos y calificó de “vagas” las acusaciones en su contra.
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