Mientras cientos de manifestantes en las protestas antigubernamentales del sábado escuchaban discursos en la Avenida Kaplan en Tel Aviv, del otro lado de la calle la policía ya había realizado las primeras detenciones en un intento de reprimir la manifestación, informó Haaretz.

El uso de violencia por parte de la policía tuvo el efecto contrario: la multitud pronto invadió el cruce de Kaplan, seguida por fuerzas policiales y sus cañones de agua. La noche se convirtió en la más turbulenta de todas las protestas desde el 7 de octubre, y terminó con 21 arrestos, cuatro heridos, un oficial a caballo que golpeó a un manifestante, y el bloqueo de la avenida principal.

La policía dispersó por la fuerza una marcha de israelíes liberados y familiares de rehenes, en la que participaba Ilana Gritzewsky, secuestrada en el Kibutz Nir Oz junto con su pareja Matán Zangauker y liberada del cautiverio de Hamás. Matán continúa como rehén en Gaza. Según testigos presenciales, Ilana sufrió un ataque de pánico y fue retirada del lugar.

Amir Haskel, uno de los líderes de las protestas antigubernamentales de los últimos años, fue uno de los primeros en ser arrestado. Tras los anuncios de su arresto en grupos de WhatsApp muchos llegaron al lugar.

Haskel presenció los acontecimientos de la noche a través de la ventanilla de una patrulla de policía. Los alrededores se llenaban de gente a medida que avanzaba la noche.

“Cada persona que es derribada inmediatamente provoca que la gente a su alrededor reaccione, eso es lo que encendió el fuego”, dijo esta mañana en una conversación con Haaretz.

“Ayer se dio otro paso en la escalada: los manifestantes estaban decididos y la policía no supo cómo lidiar con eso”,  dijo. Los detenidos fueron liberados esa misma noche tras una investigación que, según Haskel, se refirió únicamente a las condiciones de su liberación.

“Ni siquiera me preguntaron qué pasó, no me interrogaron en absoluto. El viernes cuando bloquearon la vía de Ayalón, no detuvieron a nadie; pero yo fui arrestado a pesar de que no bloquee ningún camino”, agregó Haskel.

La policía operó con fuerza significativa y constante durante toda la noche, incluido el uso frecuente de cañones de agua y oficiales montados a caballo que ahuyentaban a los manifestantes para mantenerlos alejados de las vías centrales. En un incidente, una mujer fue arrestada al intentar impedir que un oficial montado se acercara a la acera.

En otro caso, un policía golpeó a un manifestante mayor en la cabeza con el arnés de cuero del caballo. La policía indicó que el incidente está siendo investigado por las autoridades pertinentes.

En otro caso, la manifestante Moran Michel resultó herida por un caballo de la policía cuando cruzaba la calle. “Policías montados corrieron en todas direcciones y de la nada sentí que me aplastaban el pie. Cuando estaba en la calle, lo vi encima de mí”, dijo.

Michel fue evacuada al Hospital Ijilov de Tel Aviv con una fractura en el pie izquierdo.

Dos manifestantes fueron evacuados para recibir tratamiento por el impacto de cañones de agua en los ojos. Uno de ellos, Yanir Davidzada, dijo: “No era necesario un cañón de agua, al menos no en la forma en que lo estaban manejando”.

Davidzada fue dado de alta sin daños importantes en sus ojos. Dijo que estaba parado en un paso de peatones pero que no tuvo miedo porque vio que “el cañón rociaba al público del otro lado, y en un punto débil”.

“Pero de pronto el chorro de agua me llegó directamente a los ojos. Después, probablemente por la adrenalina, me senté en medio del cruce. Solo después de que la policía me sacó de allí comencé a sentir el dolor y llegué al hospital”.

Los manifestantes dijeron que la protesta del sábado en Tel Aviv fue un punto de inflexión, un paso adelante que conducirá a manifestaciones más grandes y turbulentas.

“Este evento atraerá a más gente”, comentó Michel. “Hay jóvenes que regresaron después de cuatro meses en Gaza y el cañón de agua no les asusta”.

Según Haskel, una escalada es un acontecimiento deliberado. “Queremos elecciones, no tenemos más remedio que intensificar las protestas. Mi objetivo la próxima semana es duplicar las detenciones. Ante un fracaso del gobierno y un primer ministro que no tiene interés en liberar a los rehenes, no hay otra alternativa”, afirmó.

Agregó que los videos de la protesta traerán de vuelta a aquellos que han evitado manifestarse desde el 7 de octubre. “Entre las personas que participaron en las protestas contra el golpe judicial, hay quienes aún no han vuelto a las calles. Creo que lo que sucedió ayer, cuando vean los videos, hará que cada vez más personas salgan de sus casas”.

En respuesta a los incidentes, la Policía de Israel señaló que “a pesar de los repetidos intentos de hablar con los manifestantes, ellos continuaron perturbando el orden público, bloqueando vías y enfrentándose a la policía”, por lo que la policía se vio “obligada a aplicar medidas para restaurar el orden público”.

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