Es innegable que los palestinos, como cualquier otro grupo humano, tienen reivindicaciones legítimas que, por un mínimo de sentido de la justicia, algún día deben ser satisfechas.
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Sin embargo, ellos mismos se han enredado en una narrativa propagandística plagada de mentiras, que tras varias décadas de uso indiscriminado, han resultado contraproducentes.
Irving Gatell analiza y explica las cinco grandes mentiras de la propaganda palestina: la contraposición entre lo judío y lo palestino a lo largo de la historia, la idea de que los judíos despojaron a los palestinos de sus tierras, el concepto de “ocupación israelí de territorios palestinos”, la creencia de que los palestinos son un pueblo milenario, y la forma en la que se tergiversa la historia judía con frases estilo “Jesús fue palestino”.
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