La administración Biden pidió a Israel firmar una declaración en la que establece que el uso de armas estadounidenses en la región se ajustará estrictamente al derecho internacional, dijeron a Walla! tres altos funcionarios israelíes y estadounidenses el martes. Además, Estados Unidos instó a Israel a permitir la entrada de ayuda humanitaria a Gaza y le ha dado 45 días para responder a la solicitud, según The Jerusalem Post.
Se pide a Israel que cumpla con nuevas regulaciones que exigen el uso de armas estadounidenses de acuerdo con el derecho internacional y la autorización de las entregas de ayuda estadounidense.
La administración Biden amenazó que no proporcionar un compromiso “creíble y confiable” dentro del plazo podría resultar en la suspensión de los envíos de armas.
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Esta exigencia de un compromiso por escrito forma parte de una nueva política de seguridad nacional anunciada por el presidente Biden a principios de febrero. Si bien la política no se centra exclusivamente en Israel, fue motivada por preocupaciones expresadas por senadores estadounidenses sobre el uso de Israel de armamento estadounidense en el conflicto de Gaza.
Según la nueva política, un país que reciba armas estadounidenses debe proporcionar una garantía por escrito a Estados Unidos de que utilizará esas armas de conformidad con el derecho internacional.
Además, los países que despliegan armas estadounidenses en zonas de conflicto también deben comprometerse por escrito a “permitir y no obstaculizar arbitrariamente, en el mar o de otro modo, la transferencia de ayuda humanitaria estadounidense o ayuda financiada por Estados Unidos“.
Según la nueva política, si no se entrega este compromiso escrito al gobierno estadounidense dentro de los 45 días siguientes a su publicación, es decir, antes de la última semana de marzo, se producirá el cese de los envíos de armas estadounidenses a ese país.
¿La nueva política “internacional” señala a Israel?
La nueva política de la Casa Blanca fue anunciada tras la presión del senador demócrata Chris Van Hollen, que intentó introducir una nueva disposición con una redacción similar a la legislación relativa a la ayuda militar a Israel y Ucrania.
Funcionarios estadounidenses revelaron que el líder de la mayoría del Senado, Chuck Schumer, expresó a la Casa Blanca su preocupación de que votar sobre la nueva disposición podría dividir a la facción demócrata en el Senado. Pidió que la administración encuentre una solución alternativa que no requiera legislación.
“Hemos dejado claro al senador Schumer y a otros senadores que apoyan la nueva disposición que estamos decididos a someterla a votación si no logramos aplicar esta política por otros medios por parte de la autoridad de aplicación. Nuestra presión, junto con la razonabilidad del compromiso que estamos buscando con respecto al suministro de armas, llevó al gobierno estadounidense a colaborar con nosotros en este tema”, dijo Van Hollen a Walla!.
Van Hollen declaró que a mediados de enero discutió el asunto con el Asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, y participó en siete rondas adicionales de conversaciones con otros altos funcionarios de la Casa Blanca hasta que se formuló el nuevo memorando de política, que se mantuvo en secreto hasta su publicación a principios de mes.
“Hicimos esto para garantizar que el suministro de armas estadounidenses se alinee tanto con nuestros valores como con nuestros intereses”, declaró Van Hollen.
