Catar ha sido y sigue siendo un “socio cercano” en el proceso de negociación de rehenes y ha hecho todo lo posible para tratar de llevar a los rehenes a casa, dijo este martes el portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller, informó The Jerusalem Post.

El martes, el secretario de Estado, Antony Blinken, habló tanto con el primer ministro como con el ministro de Asuntos Exteriores de Catar.

Miller reiteró que Hamás -no Catar, Egipto o Israel– es el impedimento para un acuerdo que libere a los rehenes y genere una tregua.

“Es Hamás quien se negó a aceptar el acuerdo que está sobre la mesa, a pesar de que lograría muchas de las cosas que han afirmado públicamente y han repetido declaraciones que están tratando de lograr”, dijo Miller.

Si bien Miller dijo que ha habido un aumento significativo en el número de camiones de ayuda que llegan a Gaza, dijo que todavía no es suficiente.

Miller dijo que el número de camiones que entran no es el único objetivo, sino también hacia dónde se dirigen los camiones y cómo garantizar que lleguen al norte de Gaza.

Miller añadió que garantiza que el puerto de Ashdod esté abierto y que las panaderías en el norte de Gaza puedan reabrir.

Según Miller, 65 camiones entraron al norte de Gaza el domingo y se planearon más para el lunes.

Miller dijo que Estados Unidos ha estado en comunicación con el gobierno israelí y sus socios sobre la importancia de llevar suministros médicos a Gaza, y que los artículos que son legítimos no están excluidos de las entregas a Gaza.

Miller dijo que se están llevando a cabo conversaciones sobre la distribución de ayuda humanitaria que se entregará a través del muelle construido temporalmente por el Pentágono.

Estados Unidos ha dejado “absolutamente claro” que el gobierno de Israel tiene la responsabilidad de vigilar la violencia de los extremistas israelíes y tiene la responsabilidad de responsabilizar a aquellos que cometen actos de violencia, dijo Miller.

El Departamento de Estado ha defendido y seguirá defendiendo por qué a Israel le conviene tomar este asunto increíblemente en serio, dijo Miller.

Miller dijo que no responsabilizar adecuadamente a los extremistas israelíes por sus riesgos y escalada de violencia no sólo es perjudicial para el pueblo palestino que vive en Judea y Samaria, sino que también es perjudicial para la seguridad última de Israel y corre el riesgo de una escalada regional más amplia.

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