En su trabajo “Tradición e inovación” Paul Ricoeur señala que toda tradición necesita de novedad para mantenerse viva. La tradición en sí misma es una mezcla de aquello que queda sedimentado con el tiempo y la novedad que se presenta a través del mismo constantemente. Es decir, para que algo esté vivo debe de tener un pie en el pasado y un pie en el presente. Una tradición religiosa además necesita hablarle al individuo que la lleva a cabo, necesita éste poder verse a través de ella reconocerla como parte de algo que afecta la relación con el mundo que lo rodea. Ése también es un poco el mensaje de Pésaj.

Es la festividad donde celebramos haber sido liberados de Egipto y el nacimiento de la nación judía. Sin embargo, más importante es la festividad dónde cuestionamos nuestra propia identidad. El rito de Pésaj no esta pensado sólo para recordar y honrar el pasado, sino para vivirlo nuevamente, hacerlo nuestro. No sólo pensar en nuestros antepasados liberados, sino liberarnos nosotros mismos nuevamente.

En unos días estaremos celebrando Pésaj, las siguientes canciones son versiones modernas de varios eventos que se narran sobre este suceso. Cada una trae su propia cara de cómo la tradición judía se incluye en nuestro presente, cada una es a su manera una forma de re-elaboración histórica y un involucramiento activo con la tradición.

Jad Gadiá. Chaba Alberstein

“Jad Gadiá” es una de las canciones más conocidas de Pésaj, se canta al final del séder (de la cena) y tiene siglos de existencia. La canción es una representación del Éxodo y las plagas a través de un relato hecho para un juego de niños. Cuenta la historia de una cabra que es comprada por el padre del narrador, y al mismo tiempo lastimada por un gato, que a su vez es lastimado por un perro, que a su vez es pegado por un palo y así sucesivamente hasta llegar a un shojet (carnicero) que muere a manos del ángel de la muerte. Es una forma antigua de representar el dominio de todas las cosas por D-os y la volatilidad del tiempo en que vivimos. También se piensa que los animales son simbólicos y que representan a las deidades egipcias que fueron suplantadas con la Revelación de las plagas. En cualquier forma, la canción y la historia están presentadas a manera infantil para ser cantadas en familia, desde el más chico hasta el más grande.

La canción moderna de Chaba Alberstein también incluye una de las partes más importantes de la noche del seder que son las cuatro preguntas que se hacen del seder (Ma Nishtana). Éstas tradicionalmente son cantadas o por toda la familia o por el integrante más joven. Son canciones que preguntan por qué está noche es diferente a las demás, por qué comemos hierbas amargas, por qué comemos matza. Todo el seder de Pésaj busca a insitar a la familia a hacer preguntas sobre el Éxodo a aludir los sucesos de forma tangencial y no directa para que sea a través del involucramiento activo que la persona llega a las respuestas y es por eso que estas preguntas, y en general el acto mismo de preguntar toma un significado central en el transcurso del rito.

Chaba Alberstein hace algo muy interesante con la versión que se presenta ahora. Mezcla las dos canciones y las pone en un contexto moderno de dolor y guerra. El ciclo que relata a través de Jad Gadiá retoma el móvil de la muerte, pero es un encuentro mucho más oscuro y plantea un círculo de violencia que se genera entre dos grupos encontrados donde ella no sabe quién es el que oprime, quién la víctima, ni cómo salirse de él. En lugar de un ciclo absoluto ordenado y cerrado, es caótico, cruel y también eterno. Incluye a Ma Nishtana, las preguntas del séder como preguntas existencial frente al dolor que siente en ese momento, frente a la realidad, frente a su propia imagen, frente a lo que implica la existencia en este mundo. Es una pieza muy bien lograda, rinde homenaje a la tradición y la vuelve viva señalando las preguntas que han existido en cientos matices a lo largo de milenios y le da una nueva cara a lo que implica ser judío. Une al pasado y al presente confrontandonos con nuestra realidad histórica.

Ejad Mi Yodea. Ohad Naharin

Otra de las canciones más conocidas de Pésaj es “Ejad Mi Yodea” quiere decir “Uno yo conozco”. La canción entera hace un juego entre pasajes, símbolos bíblicos y números. El estribillo es: “Uno, ¿quién conoce? Uno yo conozco Uno es el Creador” Y cada ronda se pregunta por otro número, por ejemplo: “Dos, ¿quién conoce? Dos, yo conozco. Dos son las Tablas de la Ley” o “Dos son Moshé y Aarón” sin embargo, siempre se llega a que “Uno es el Creador”. Se repasan los números hasta el 12.

El trasfondo de la canción remarca la unidad de D-os, pero también es un canto hacia la Torá y hacia la armonía que se construyen en todas las cosas creadas. En todo lo que el relato bíblico enseña hasta llevarnos a esa alegría que cantar la fuerza de nuestra fe nos lleva.

En esta versión Ohad Naharin, el director de la compañía de Danza de Baatsheva, la representa usando un ritmo mucho más acelerado y violento que el original. Igual los bailarines están unidos a través de los movimientos conjuntos que realizan, pero esa unidad no es armónica y pareciera manifestarse de forma más presente en las ropas que van quedando juntas que en la conciencia de los participantes. Ellos son movidos por una fuerza pero cada quien existe desde su propia realidad desde una individualidad que lo aparta de los demás, una fuerza que además lo desnuda como si lo fuera acostando o preparando hacia su muerte. Es de una enorme fortaleza.

La canción de Miriam “Miriam’s Song”. Debbie Friedman

Miriam es un personaje muy importante en la historia del Éxodo, ella acompaña a Moisés y Aarón liderando al pueblo judío. Uno de los eventos que más se le reconoce es el momento en que el pueblo judío debía cruzar el Mar y no juntaban el valor para hacerlo. Miriam quién también era profetiza los incito a través de su canto y a través del baile, de ella también nació la canción del mar que se encuentra en la Torá.

La canción que se presenta arriba es una canción al estilo country pensada para cantarse en campamentos con jóvenes y niños. Recuerda el evento del mar y todo lo que representa la figura de Miriam.