Científicos están descubriendo que un componente crítico del sistema nervioso, llamado nervio vago, puede ayudar a promover y proteger la función cerebral.
El nervio vago actúa como una superautopista de información hacia el cerebro, proporcionando información que ayuda a controlar la digestión, el ritmo cardíaco, el estado de ánimo e incluso la respuesta inflamatoria del organismo. A continuación, los expertos del Cedars-Sinai explican la función del nervio vago y la mejor forma de favorecer su actividad.
Función del nervio vago
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El nervio vago es uno de los 12 nervios craneales que conectan el cerebro y el cuerpo. Se extiende desde el tronco encefálico hasta el intestino y es una parte fundamental del sistema nervioso parasimpático.
A diferencia del sistema nervioso simpático, que gobierna la respuesta de lucha, huida y congelación, el sistema nervioso parasimpático controla el ritmo cardíaco en reposo, la respiración y la digestión. Es la clave para desbloquear la respuesta de relajación. En los últimos años, los investigadores han descubierto que el nervio vago también frena la inflamación, un factor clave en la aparición de casi todas las enfermedades crónicas, incluidas las que afectan a la cognición.
La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA por sus siglas en inglés) ha aprobado dispositivos que estimulan el nervio vago con impulsos eléctricos para el tratamiento de afecciones específicas, como la epilepsia, la depresión, las migrañas y cefaleas en racimo. Pero las investigaciones demuestran que la estimulación del nervio vago puede ayudar a reforzar la función cerebral, incluso en personas sanas.
“Resulta que muchas de las actividades que asociamos con la calma -como la respiración profunda, la meditación, los masajes e incluso la experiencia del asombro- producen cambios en el cerebro, en parte, a través del aumento de la actividad del nervio vago”, afirma el Dr. Vernon B. Williams, neurólogo deportivo de Cedars-Sinai.
Cada vez más estudios relacionan a la meditación, la atención plena e incluso escuchar música (que puede provocar sentimientos de asombro) con un menor riesgo de deterioro cognitivo. Pero los científicos aún no tienen claro cómo influye el nervio vago en la salud y la cognición.
“Se está investigando si la actividad del nervio vago tiene un efecto directo sobre la patología, la inmunidad y el funcionamiento total, tanto físico como cognitivo”, explica la Dra. Mitzi Gonzales, directora de Investigación Traslacional del Centro Jona Goldrich de Alzheimer y Trastornos de la Memoria de Cedars-Sinai.
Seis formas de estimular el nervio vago
Al igual que nuestros músculos, nuestros nervios necesitan cierta actividad para funcionar de forma óptima. Aunque la mayoría de nosotros no prestamos mucha atención a la estimulación del nervio vago en nuestra vida cotidiana, existen formas de hacerlo sin necesidad de equipos. Aunque puede que estas actividades no le hagan sudar, los efectos sobre la salud pueden ser tan espectaculares como una sesión de cardio de 60 minutos.
Respira hondo. En momentos de estrés, la mayoría de las personas aguantan la respiración y privan al nervio vago en el proceso. Una forma de activarlo es respirar lenta y profundamente. Centrarse en la respiración desvía la atención del parloteo mental estresante hacia el ritmo de la respiración.
Medita. La meditación activa el nervio vago y calma la red de nervios que controlan innumerables procesos fisiológicos. “La meditación y la atención plena no solo reducen el ritmo cardíaco, sino también los niveles de presión arterial”, afirma Gonzales. “Y existe una clara relación entre la hipertensión y un mayor riesgo de deterioro cognitivo y enfermedades neurodegenerativas”.
Ejercicio. El ejercicio aumenta el número de vasos sanguíneos que alimentan el cerebro, estimula el desarrollo de nuevas vías de pensamiento, mejora la conectividad entre las células cerebrales y estimula el nervio vago. Incluso hay pruebas de que el ejercicio supera a la medicación en una serie de enfermedades intratables, como la depresión, la ansiedad y la pérdida de memoria.
Masaje. Todos los tipos de masaje, desde el cuero cabelludo hasta los pies, ayudan a estimular el nervio vago. Una excepción: el tejido profundo, o masaje doloroso, que puede desencadenar la “respuesta de lucha o huida”. Lo mejor es una presión suave y moderada, y las principales zonas de atención son el cuello, los hombros y los pies. Los estudios demuestran que la reflexología podal (un tipo de masaje) puede estimular la actividad del nervio vago y reducir la tensión arterial.
Exponte al frío. La exposición breve a temperaturas muy frías ayuda a estimular las vías del nervio vago y reduce la respuesta natural del organismo al estrés. Las investigaciones demuestran que sumergirse en agua fría puede ayudar a ralentizar el ritmo cardíaco y redirigir el flujo sanguíneo al cerebro.
Inspírate. La experiencia del asombro es una forma de activar el nervio vago. “Cuando nos involucramos en algo más grande que nosotros mismos y sentimos una sensación de conexión con los demás y con el mundo exterior, se activa el nervio vago, que puede ayudar a bajar la presión arterial, inhibir la respuesta al estrés y reducir la inflamación”, explica Williams. “También puede aumentar la variabilidad de la frecuencia cardiaca (un biomarcador de la mejora de la salud), reducir el dolor y mejorar el sueño y el estado de ánimo”.
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