Esta semana empezaremos a leer en la Torá el Libro de Shemot-el Libro del Éxodo. Pasamos del libro de Génesis, el libro de la familia, al libro donde la familia se convierte en un pueblo, una nación, hasta el día de hoy. Hay muchos mensajes importantes para nosotros en el libro del Éxodo, y aquí está solo uno de ellos:
“Y cuanto más lo maltrataban, más se incrementaba y más se expandía.”
Por mucho que los egipcios abusaron y nos esclavizaron con trabajos forzados para quebrarnos, en realidad crecimos, nos multiplicamos. Nos conectamos con nuestra identidad y también el uno con el otro.
Hay un término psicológico, el cual escuché por primera vez a través del rabino Aharon Darmon, y creo que es importante conocerlo hoy: se llama PTG-Post Traumatic Growth en inglés, que quiere decir, crecimiento postraumático.
Un cambio positivo que viene después de dificultades y conmociones.
La intención no es sólo llegar a la popular palabra “fortaleza”, no sólo al retorno a la rutina y al funcionamiento normal. El objetivo es crecer y mejorar de manera positiva precisamente a partir de la adversidad. Ésta es toda una especialidad en el mundo de la terapia, que se ocupa de alcanzar niveles nuevos y buenos en el paciente, niveles a los que no habría llegado sin el trauma.
El Libro de Shemot nos revela que el PTG es parte del profundo mecanismo de activación del pueblo de Israel, desde hace miles de años.
Nuestra capacidad de salir de la crisis. Inmediatamente después del Holocausto, por ejemplo, el pueblo no se hundió en el luto y la parálisis, sino que avanzó, regresó a Israel y floreció en todos los ámbitos.
Trata de mirar estas palabras por un momento, su significado y su conexión con nuestros desafíos de hoy, a nivel personal en tu vida y a nivel nacional de todos nosotros: “Y cuanto más lo maltrataban, más se incrementaba y más se expandía.”
Ojalá podamos utilizar este antiguo mecanismo incluso hoy en día.
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