Ciudad de México, 28 de enero de 2025 – En el marco de la presentación de su libro titulado “La francomasonería bajo las garras nazis”, el Dr. Mario Sinay ofreció una ponencia esclarecedora sobre la persecución de los masones durante la Segunda Guerra Mundial. La conferencia se llevó a cabo en el solemne recinto de la Gran Logia Valle de México, donde se congregaron miembros de la fraternidad y público interesado en la memoria histórica de la masonería y el Holocausto.
La conferencia comenzó con un emotivo minuto de silencio en memoria de las víctimas de la Segunda Guerra Mundial. Este acto de conmemoración, dio paso a la intervención del Dr. Sinay, quien desentrañó los oscuros aspectos de la persecución nazi. a los masones y su relación con el pueblo judío en ese contexto histórico.
El Dr. Sinay inició su ponencia detallando un emblemático símbolo masónico: la flor de los cinco pétalos, que, entre sus significados, representa los cinco elementos esenciales, tierra, agua, fuego, aire y espíritu y su interconexión con la naturaleza.
Este símbolo, utilizado por los masones para reconocerse entre sí, cobró un significado aún más profundo durante la persecución nazi, ya que muchos masones lo usaron en los campos de concentración como un acto de valentía, heroísmo y desafío ante la opresión: la flor en la solapa de un masón servía como un recordatorio silencioso que mantenía viva la memoria masónica en tiempos de oscuridad.
En la ponencia, el Dr. Sinay enfatizó las razones de la persecución nazi hacia los masones, señalando que “Hitler basó su odio a la masonería en la creencia de que a través de ella los judíos evadían las barreras raciales y legales que los marginaban en la sociedad europea”. Este resentimiento se consolidó bajo la ideología nazi, que veía a los masones, junto con los judíos, como la causa que llevó a Alemania a la derrota en la Primera Guerra Mundial.
La persecución de los masones durante la era nazi fue implacable
Se estima que había alrededor de 800,000 masones en los países europeos ocupados por el régimen nazi, de los cuales entre 80,000 y 200,000 fueron asesinados. El Dr. Sinay explicó que los nazis consideraban a las logias masónicas como focos de resistencia y hostilidad hacia el Estado.
El 8 de agosto de 1935, la masonería alemana dejó de existir oficialmente, cuando el régimen nazi disolvió las logias, confiscó sus bienes y persiguió a los masones hasta el exterminio. En este contexto, Sinay señaló casos donde las organizaciones masónicas continuaron funcionando de forma clandestina en los campos de concentración
“Los masones fueron identificados como enemigos políticos y la insignia para identificarlos fueron triángulos rojos invertidos”, sobre los cuales los masones usaban la pequeña flor para identificarse entre sí y continuar sus actividades en secreto, acto de resistencia que marcó la historia de la fraternidad.
Asimismo, el ponente compartió datos acerca de la persecución de los masones en los principales países de Europa.
Entre 1940 y 1941 se impusieron prohibiciones masónicas en Francia, Países Bajos, Noruega, Bulgaria y Finlandia, entre otros.
Sin embargo, Finlandia se destacó como un faro de luz en medio de la oscuridad, ya que no se implementaron órdenes para suprimir las actividades masónicas. De hecho, Finlandia contó con un presidente masón de alto rango, Risto Ryti, quien ocupó el cargo entre 1940 y 1944. En este país, fueron los propios masones quienes, de manera voluntaria, decidieron suspender temporalmente sus actividades, pues consideraban que lo hacían con el mejor interés nacional durante la guerra.
Esta significativa charla, también resaltó a dos masones perseguidos por los nazis y premiados con el Nobel: Carl von Ossietzky, un destacado pacifista alemán y símbolo de la resistencia contra el nazismo, quien fue enviado al campo de concentración de Esterwegen, donde sufrió un trato brutal. Y, por otra parte, Enrico Fermi, físico italiano pionero en el desarrollo del primer reactor nuclear y una figura clave en el avance de la teoría cuántica, la física nuclear, de partículas y la mecánica estadística.
Mientras que Carl von Ossietzky recibió el Premio Nobel de la Paz en 1935, Fermi fue galardonado con el Premio Nobel de Física en 1938.
La ponencia del Dr. Sinay concluyó con una reflexión profunda sobre la resistencia y el coraje de los masones y judíos frente a la persecución nazi, subrayando cómo, a pesar de la brutalidad y la opresión, los principios perduran como un faro de esperanza.
Por último, además de la intervención del Dr. Sinay, el evento contó con la valiosa participación del Dr. Ariel Gelblung, Director del Centro Simon Wiesenthal y experto en la historia del antisemitismo y la lucha contra el antisemitismo.
El Dr. Gelblung hizo una reflexión esclarecedora sobre la continuidad del antisemitismo en el mundo moderno, destacando que “Tanto masones como judíos son perseguidos… El antisemitismo es un monstruo que muta, pero no muere, y desde el 7 de octubre del 2023 ha resurgido con la mayor fuerza desde el fin de la segunda guerra mundial”
La presentación del Dr. Sinay y del Dr. Gelblung, fue un acto de memoria histórica que no solo permite reflexionar sobre el pasado, sino que invita a mirar hacia adelante en búsqueda de la construcción de un mundo más justo. A través de sus intervenciones, ambos ponentes hicieron un llamado urgente a la unidad y a la importancia de mantener viva la memoria de los horrores del pasado para evitar su repetición. En un contexto global marcado por nuevas formas de intolerancia y violencia, su mensaje resuena más fuerte que nunca, recordándonos que la lucha por la libertad, la solidaridad y la justicia es continua.
Al finalizar el evento, algunos hermanos de la Gran Logia Valle de México pronunciaron un solemne discurso, reafirmando su firme compromiso con los principios fundamentales de la masonería: amor, luz, libertad, igualdad y fraternidad, valores que, más que nunca, permanecen vigentes y guían su acción en la actualidad.
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