El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) expresó en un comunicado que la organización estaba “cada vez más preocupada” por las condiciones en que se produjo la liberación de rehenes el sábado.
El CICR dijo que había expresado repetidamente, tanto en declaraciones privadas como públicas, su preocupación por las ceremonias de liberación de rehenes y la asistencia masiva en Gaza, argumentando que la liberación debería ser “digna y privada”.
“El CICR está preparado para facilitar más operaciones de liberación como intermediario humanitario en los próximos días y semanas”, prometió el CICR. “El acuerdo de alto el fuego debe mantenerse para que puedan llevarse a cabo más operaciones de liberación y pueda ingresar más ayuda a Gaza”.
Las escenas grabadas hasta ahora de la liberación de algunos de los rehenes liberados en la primera fase del acuerdo de alto el fuego muestran a multitudes de habitantes de Gaza rodeando a los rehenes.
Seth Frantzman, del Jerusalem Post, evaluó que la liberación de los rehenes se había convertido en una herramienta de Hamás para ejercer control y que es una muestra de chovinismo masculino como último acto de intimidación.

Terroristas de Hamas entregan un rehen israeli a la Cruz Roja, en la ciudad de Gaza, el 1 de febrero de 2025 (credito: Ali Hassan/Flash90)
Inquietudes previas planteadas sobre las ceremonias de liberación de rehenes
Israel se ha quejado anteriormente a los mediadores sobre la forma en que se manejó la liberación de Arbel Yehud y Gadi Moses.
“Condeno enérgicamente las horribles escenas presenciadas durante la liberación de nuestros rehenes”, dijo el primer ministro Benjamin Netanyahu en enero.
“Este es otro testimonio más de la brutalidad insondable de la organización terrorista Hamás“, agregó. “Exijo que los mediadores garanticen que escenas tan terribles no se repitan y garanticen la seguridad de nuestros rehenes”.
La declaración se produce después de que la organización internacional se enfrentara a importantes críticas en Israel y en el extranjero. Algunos ex rehenes han criticado a la organización por no garantizar que les llegaran los medicamentos, mientras que el entonces embajador de Israel ante la ONU, Gilad Erdan, ha acusado a la organización de encubrir los crímenes de Hamás.