ELENA BIALOSTOCKY PARA ENLACE JUDÍO MÉXICO

El miércoles 20 de agosto se llevó a cabo en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, la Primera Jornada de Derecho Internacional con el tema: “El genocidio y los otros delitos, competencia de la Corte Penal Internacional”. Entre los panelistas estuvieron presentes el Lic. Javier Zarco Ledesma, Coordinador del Centro de Relaciones Internacionales; el Dr. Fernando Castañeda Sabido, Director de la Facultad de Ciencia Políticas; el Dr. José Antonio Murguía, Presidente del Seminario de Derecho Internacional del Centro de Relaciones Internacionales; el Dr. William Soto, Embajador Mundial de la Embajada de Activistas por la Paz; el Lic. Francisco Guerra Dávila, Coordinador Nacional de la Embajada Mundial de Activistas por la Paz y el Lic. Camilo Montoya Reyes, Procurador ante los Penales de Bogotá, Colombia.

El objetivo general de esta primera jornada fue promover la discusión en el ámbito académico y estudiantil universitario, en el marco de lo dispuesto en el acuerdo por el cual se establecen políticas institucionales para la protección de los Derechos Humanos en la Universidad Nacional Autónoma de México, celebrado por el Sr. Rector José Narro Robles y publicado en la Gaceta UNAM el pasado 5 de junio de 2014, a fin de generar críticas e ideas que propicien el conocimiento, difusión y la mejora de la justicia penal internacional y muy particularmente, para la prevención y sanción de los delitos que competen a la Corte Penal Internacional.

En esta jornada se dijo que para poder lograr la paz y el respeto a los seres humanos hay que convivir y coexistir. “Cambiar la cultura de la guerra por la cultura de la paz creando espacios de reflexión así como retos económicos y sociales como la inclusión; sin esto estamos en la antesala de la violencia. Respeto a la existencia del otro, necesitamos armonizar los valores y entender que todos somos una gran familia humana. Debemos evolucionar y coexistir con el conflicto. Nadie tiene la verdad absoluta”, se dijo.

El Holocausto fue la constante de todas estas ponencias en las que fue señalado como “el peor y más grande de los genocidios del siglo XX”.