Cuando mis manos se transforman en sus manos
Hay un pasuq (versículo) muy conocido en Tehilim (el libro de los Salmos). Lo decimos todos los días del año, 3 veces por día. Y este pasuq tiene una particularidad. Debe ser dicho con kavaná, o sea, pensando en lo que estamos diciendo, para internalizar su mensaje.