ENRIQUE RIVERA PARA ENLACE JUDÍO

Una vez tuve la oportunidad de entrevistar a un hombre que había perdido a un hijo cuando un grupo terrorista atacó la Yeshiva donde estudiaba. Su barba larga, sus ojos serenos, pero con una pincelada de tristeza me trabaron al principio. Pero su actitud amable me ayudó a llevar a cabo dicha entrevista.

Llegó un punto en el cual le pregunté: “Y cómo lleva este dolor con usted”. A lo que él, con la sabiduría y pragmatismo israelí, se me quedó viendo y tras un leve temblor de su entrecana y larga barba me dijo: “Ha gevarim bojim vaLaila” (Los hombres lloramos de noche).

En este segunda recopilación de mensajes casi he visto como esta regla se rompe y es que, pensar en hijos, hijas, sobrinos, amigos, familiares, y, en resumen, en el Am Israel en pleno y saber que una espada peligrosa se blande sobre sus cabezas o; pensar en los jóvenes que arriesgan todo lo que significa vida para defender Israel, mueve el corazón, lacera y hace reprimir un grito que se queda en los dientes, sin importar que no sea de noche.

En esta segunda recopilación, también amigos de la Comunidad Judía de México y de Israel se han manifestado y expresado su anhelo por la paz.

Yo abrazo a todos mis hermanos, y en especial a quienes forman las Fuerzas Armadas de Israel por su lucha, sacrificio y lealtad a un sueño que ya es realidad, y que ofrendan sus vidas para que organizaciones e individuos sin alma y sin seso no logren borrarnos del mapa.

Las palabras de Fanny Sarfati resuenan en mis oídos: “Si no fuera por Israel, nosotros no existiríamos”.