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AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO

 

Filtraciones oficiales sugieren que EE.UU. está haciendo cada vez más concesiones.

El Secretario de Estado John Kerry dijo al Congreso esta semana que nadie debe prejuzgar un acuerdo nuclear con Irán porque sólo los negociadores conocen qué hay en él. Pero la verdad es que el marco de un acuerdo estado surgiendo gracias a filtraciones del gobierno a periodistas amigos. Las filtraciones sugieren que E.E.U.U. ya ha cedido tanto que cualquier acuerdo bajo los términos actuales pondrá a Irán en la cúspide del estado de potencia nuclear.

El último detalle sorprendente es la filtración del lunes que E.E.U.U. ha concedido la demanda de Irán que un acuerdo duraría tan poco como una década, tal vez con una eliminación adicional de cinco años. Después de eso, se permitiría a Irán construir sus capacidades de enriquecimiento de uranio a cualquier tamaño que quiera. En teoría tendría prohibido construir armas nucleares, pero para entonces todas las sanciones habrían sido levantadas hace mucho tiempo e Irán tendría la capacidad de enriquecer a una escala industrial.

El miércoles, el Sr. Kerry negó que un acuerdo incluyera la cláusula de expiración a los 10 años, aunque no ofreció detalles. Tendríamos que tener más simpatía por su deseo de secreto si la administración no estuviera filtrando en forma simultánea a sus leales en los medios de comunicación mientras insiste que el Congreso no debe tener voz sobre cualquier acuerdo que surja.

La cláusula de suspensión se ajusta a la historia más grande de cuán lejos han llegado Estados Unidos y sus aliados para satisfacer las demandas de Irán. La administración insistió originalmente en que Irán no debe poder enriquecer uranio en lo absoluto. Más tarde planteó una capacidad de enriquecimiento simbólico de tal vez 500 centrifugadoras. En julio pasado gente cercana a la Casa Blanca comenzó a hablar sobre 3.000. Para octubre, Los Ángeles Times informó que el Sr. Kerry había aumentado el techo a 4.000.

Ahora son 6.000, y el argumento del gobierno es que el número no importa; sólo cuentan las centrifugadoras avanzadas. Aunque la calidad importa, la cantidad puede tener una calidad propia. El punto es que a Irán se le permitirá retener lo que equivale a una capacidad industrial de armas nucleares en vez de desmantelar todo como exigió al principio Estados Unidos.

El Sr. Kerry también dice que cualquier acuerdo tendrá inspecciones intrusivas, pero él tiene el hábito de ignorar el incumplimiento de Irán con los acuerdos que ya ha firmado. En noviembre pasado él insistió en que “Irán ha estado a la altura” de sus compromisos en virtud del acuerdo nuclear provisional del 2013.

Pero incluso entonces Irán estuvo probando modelos de centrifugadoras avanzados en violación al acuerdo, según un informe del no partidario Instituto para Ciencia y Seguridad Internacional. En diciembre el Consejo de Seguridad de la O.N.U. destacó que Irán continuaba adquiriendo materiales ilícitos para su reactor en Arak, una planta de aguas pesadas que da a Teherán un camino a una bomba basada en plutonio.

La Agencia Internacional de Energía Atómica informó la semana pasada que Irán seguía dando evasivas al organismo de vigilancia nuclear de la O.N.U. sobre las “posibles dimensiones militares” de su programa nuclear. El martes un grupo de oposición iraní exiliado que divulgó por primera vez la existencia de los sitios nucleares ilícitos de Teherán en el año 2002, afirmó que había descubierto otro sitio de enriquecimiento ilícito cerca de Teherán, llamado “Lavizan-3.” La acusación no está comprobada, pero el historial de Irán de construir plantas nucleares secretas es una cuestión de historial público.

En cuanto a la idea que la AIEA o las agencias de inteligencia occidentales podrían monitorear apropiadamente el cumplimiento de Irán, un informe el año pasado de la Junta de Defensa Científica del Pentágono está en duda. “En niveles bajos asociados con programas [nucleares] chicos o incipientes, los observables clave son enmascarados con facilidad”, destacó la junta.

Esto es importante ya que el gobierno insiste en que cualquier acuerdo dará a E.E.U.U. al menos un año para detectar y detener un intento de “fuga” iraní para construir una bomba. Los programas de misiles balísticos de Irán no son parte de las negociaciones, aunque no hay razón para construir tales misiles aparte de para entregar una bomba.

La justificación que está surgiendo de esta administración para estas concesiones, también llegando en filtraciones, es que un acuerdo nuclear se convertirá en la base para un acercamiento más amplio con Irán que estabilizará al Medio Oriente. Como dijo el Presidente Obama en diciembre, Irán puede ser “una potencia regional muy exitosa.”

Esa es una apuesta por un régimen que continúa patrocinando a grupos terroristas en todo el mundo, apuntala al régimen de Assad en Siria, usa representantes para derrocar al gobierno yemenita, encarcela al periodista estadounidense Jason Rezaian bajo cargos falsos de espionaje, y esta semana hizo explotar un falso portaaviones estadounidense en ejercicios navales cerca del Estrecho de Ormuz.

Teniendo en cuenta cuán malo está perfilando ser este acuerdo, no es sorprendente que los aliados de Estados Unidos estén hablando contra él. “Preferimos un colapso del proceso diplomático a un mal acuerdo”, dijo un funcionario árabe al Journal la semana pasada. Arabia Saudita también ha dejado en claro que podría adquirir capacidades nucleares en respuesta—precisamente el tipo de proliferación que el Sr. Obama ha prometido impedir.

No es de extrañar que muchos en el Congreso quieran escuchar al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, la semana próxima. Ellos miran toda esta evidencia pública y comprensiblemente temen que Estados Unidos esté caminando hacia una nueva era de proliferación nuclear con los ojos bien cerrados.

Fuente: The Wall Street Journal

Traducido por Marcela Lubczanski para Enlace Judío México