Varias veces al año, Doreen Gold de Israel, ofrece ayuda humanitaria a organizaciones sin lucro para hacerla llegar al pueblo desesperado y hambriento de Siria, una nación enemiga todavía aturdida por una guerra civil brutal y mortal que puede, o no, estar acercándose a su fin.
ESTI PELED PARA AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO – Doreen no está sola. Cerca de 200 voluntarios israelíes que trabajan para ella, sin fines de lucro, han estado operando discretamente desde el inicio de la revolución en 2011.
La labor es peligrosa para cualquiera, pero para los israelíes las consecuencias de ser descubiertos son inpensables. Doreen, cuyo nombre ha sido modificado para ocultar su identidad, ha firmado un formulario advirtiendo que si es capturada, el gobierno no negociará su liberación. Esta forma debe ser llenada por todos sus voluntarios – árabes, judíos, cristianos y drusos – antes de salir a una misión.
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“Siempre es aterrador,” exclama la madre de dos hijos. Sabemos que estamos solos.“
Doreen, de 47 años, no es ajena a las zonas de peligro. Desde 1994, ha llegado a las peores zonas de desastres humanitarios para ofrecer ayuda: el tsunami en el sureste de Asia, las inundaciones devastadoras en Chechenia, el terremoto en Haití, las crisis en Irak, Pakistán, Indonesia, Ruanda y Darfur.
Cuando estalló la guerra civil en Siria, ella sabía que tenía que ayudar. Un mes más tarde, la organización Il4Syrians había iniciado su labor. “Probablemente fuimos la primera organización internacional que operó en la zona,” comenta Doreen. “En ese entonces la gente aún no tomaba consciencia de la gravedad del conflicto. Se pensaba que se trataba de una serie de manifestaciones, no de una guerra civil, pero nosotros veíamos cómo se acrecentaba el número de víctimas.”
Viviendo en el norte de Israel, el conflicto ocurre cerca de casa. “Podemos oír el ruido de las bombas y las explosiones en Siria. Es realmente alarmante.“
En la primera misión suministramos equipos de saneamiento, talco para bebés, alimentos y suministros médicos. Desde entonces, la organización ha intensificado su trabajo, agregando alimentos, medicinas, equipos de supervivencia, dispositivos médicos e incluso – en una misión – aportamos 3,000 trajes químicos para proteger a los médicos que tratan a pacientes que han sido víctimas de ataques de esa índole.
Además de los suministros básicos, la organización también apoya a 17 hospitales de campo y salas de cirugía en Siria, operadas por organizaciones locales. El grupo de Doreen las abastece con todo lo que requieren, desde equipos de esterilización hasta anestésicos y medicamentos.
Los voluntarios capacitan y equipan a los auxiliares sirios en misiones de extinción de incendios, búsqueda y rescate de personas bajo los escombros de los bombardeos. “Hemos descubierto que la mayoría de las víctimas sufren de inhalación de humo y quemaduras debido a explosiones en los sistemas de cocción de gas. Esto significa que hay una gran necesidad de bomberos allí,” dice Doreen.
La organización también ha proporcionado cuatro impresoras de tercera dimensión Siria y capacitó a 22 médicos ortopédicos para emplearlas.
Los convoyes son enviados una vez al mes, cada dos o tres meses dependiendo de los fondos. Todos los voluntarios israelíes hablan árabe con fluidez, y están protegidos para evitar ser descubiertos.
“Las misiones son cortas y específicas,” indica Doreen, y agrega que ni siquiera su propia madre sabía sobre esta labor hasta hace pocos años. Tenemos que trabajar donde se nos requiere, y no sólo donde podemos. Ser madre hace que todo sea más intenso para mí, porque me doy cuenta de que las madres harán todo por salvar a sus hijos.”
Il4Syrians ya ha ayudado a cientos de miles de sirios. Pese al alto al fuego que entró en vigor el sábado por la noche, la organización no lucrativa dijo que continuará su labor mientras el país intenta rehabilitarse – ya que los radicales como ISIS y Al Qaeda, que han controlado extensas áreas del país, han indicado que no respetarán la tregua.
Según Gold, lo peor es observar lo que está sucediendo con el pueblo de Siria que lucha por subsistir en medio del caos. “En un principio, la gente estaba ansiosa por crear un cambio; ahora sólo se ve la desesperación en sus ojos. La población ha perdido la esperanza.”
La organización suele comprar constantemente equipo para las mismas clínicas y hospitales que son bombardeadas una y otra vez deliberadamente. Doreen recordó un incidente en el que Il4Syrians abasteció a una clínica y tras un ataque descubrió que un médico había huido a Turquía con el equipo y pretendía abrir una clínica privada allí.
“No estoy enojada con él,” continúa Gold. “Es el resultado de la desesperación.”
A pregunta expresa, Gold comenta que siempre hay demasiado que hacer, incluso desde que se fundó la organización.
“Pero como sobrevivientes del Holocausto, siento que tenemos un imperativo moral. Debemos ser la voz de los que han sido silenciados,” apunta. “No necesito agradecimientos. El reconocimiento no es importante. Yo sólo cumplo con mi misión y doy lo que debo de dar.”
“Antes de una misión siempre digo a mis voluntarios que haré mi mayor esfuerzo para que vuelvan a casa sanos y salvos, pero que no me hago responsable del tipo de personas que serán al volver. Uno se transforma después de ver este desastre. No puede quedarse en el mismo lugar. Lo único que ayuda es planear la próxima misión.”
En los últimos meses, Il4Syrians comenzó a ofrecer ayuda a los refugiados sirios en Grecia, Macedonia, Serbia y Bulgaria. Aunado a una de las principales organizaciones no lucrativas de Siria, el grupo de Doreen ahora intenta crear un diálogo entre Israel y los líderes civiles en Siria.
Fuentes: Israel21c, The Algemeiner
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