RABINO DAVID WOLPE

En la tradición judía, a la profanación del nombre de Dios se le llama Hillul Hashem. El R. Chaim de Volozhin enseña que Hillul viene de la palabra Hallal, que significa vacío o hueco. La mayor profanación del nombre de D-os es creer que el mundo carece de significado, de propósito. Cada mañana, durante el servicio, decimos que la ventaja del ser humano sobre la bestia no es ninguna, ki hakol havel — porque todo es un vacío. El rezo hace eco del Eclesiastés, con su amonestación de que, enfrentados a la muerte, todo puede verse como vacío o vano.

Pero siguiendo una sugerencia del Rabino Simon Greenberg, deberíamos traducir “ki” en el rezo matutino como lo hace el libro de rezos Sim Shalom, con el significado de “cuando”. Así, el rezo enseña que no somos mejores que las bestias cuando vemos todo como vacío o vano. Si no entendemos que el mundo tiene sentido, que nuestras acciones importan, entonces, a final de cuentas, vivimos vidas vacías.

La sabiduría más profunda no es conocer tu propósito exacto en este mundo, sino el conocimiento mismo de que tienes un propósito. La convicción de que D-os te puso aquí por una razón es Kiddush Hashem, una santificación del nombre de Dios.