El pasado 26 de junio, la Asociación de Amigos del Instituto Weizman presentó la conferencia de la Dra. Feggy Ostrosky “¿Cómo recordar lo que comenzamos a olvidar? Misterios y maravillas de la memoria humana” en la terraza de la Comunidad Sefaradí.

ELENA BIALOSTOCKY PARA ENLACE JUDÍO MÉXICO – Feggy Ostrosky es egresada con mención honorífica de la licenciatura en psicología por la Facultad de Psicología de la UNAM. Estudió maestría y doctorado en trastornos de la comunicación en la Universidad de Northwestern Evanston, en Illinois, EUA. Cuenta además con un doctorado en ciencias biomédicas por el Departamento de Fisiología de la Facultad de Medicina de la UNAM, título con el cual obtuvo la medalla “Gabino Barreda”. Fue fundadora y presidenta de la Sociedad Mexicana de Neuropsicología, y  presidenta de la Asociación Latinoamericana de Neuropsicología. Es miembro de la Junta de gobierno de la Sociedad Internacional de Neuropsicología.

Entre las distinciones quer ha recibido se encuentran el Premio Nacional de Investigación en Psicología, el premio Universidad Anáhuac y el Premio Universidad Nacional 2010 Edición Bicentenario, el Premio Ciudad Capital: Heberto Castillo y el Premio de Investigación de la Sociedad Mexicana de Psicología. Pertenece al Sistema Nacional de Investigadores y es profesora de tiempo completo y directora del laboratorio de Neuropsicología y Psicofisiología de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México.

La conferencia de la Dra. Ostrosky congregó a un amplio público interesado en aprender más sobre cómo funciona el cerebro y cómo fortalecer el funcionamiento cerebral para evitar problemas relacionados con la memoria. Con un lenguaje claro, la Dra. Ostrosky explicó los complejos mecanismos cerebrales que nos permiten recordar y dio algunos consejos para evitar que esta preciosa herramienta falle.

“La memoria es un proceso fundamental para la sobrevivencia de todos los seres vivos. En el ser humano podemos decir que es la historia de su experiencia personal, tal cual está inscrita en su cerebro. En el ser humano es un pegamento que une la existencia mental y nos permite crecer y cambiar a lo largo de la vida. La memoria es tan significativa porque cuando tenemos enfermedades de procesos degenerativos, nos asustamos pensando que podríamos tener la enfermedad de Alzheimer, pues perdemos la identidad con nosotros mismos y la conexión con los demás.

El cerebro es la fuente de todas nuestras pasiones, el amor, odio, la creatividad, la inteligencia y la memoria. Desde el punto de vista psicológico, la memoria es la habilidad de registrar o guardar la experiencia. Es el proceso a través del cual el aprendizaje persiste y nos permite aprender de la experiencia sin que necesitemos repetirla.

La memoria en el ser humano no es un constructo unitario, sino que existen diversas interconexiones que sirven para diferentes propósitos y están organizadas en formas distintas. Vamos a tener diferentes tipos de memoria y diferentes alteraciones de la memoria.

¿Qué sabemos de la memoria? La memoria se ha investigado desde el punto de vista de la psicología, actualmente sabemos las áreas del cerebro que están relacionadas con cada tipo de conducta. Para saber qué tipo de memoria está alterada sabemos que hay diferentes tipos de modalidades, está la memoria visual, memoria visual-verbal, visual no verbal (como las caras), auditiva verbal (palabras) o no verbal (música), memoria sensorial, táctil y olfativa. También hay que entender que hay diferentes etapas, registro, almacenamiento y otra es la evocación.

En el Alzheimer lo que se afecta es el almacenamiento, la huella de la memoria es muy frágil.

La memoria que a todos nos afecta con la edad es la memoria prospectiva, que se define como recuerdo de algo que tiene que ser hecho en un momento determinado en el futuro. Permite programar, planificar, organizar y acceder al material almacenado.

Sobre la memoria también sabemos, a través de muchas técnicas de neuro-imagen, como es la resonancia magnética u otros estudios, sabemos que la comida del cerebro es la sangre, ya que ella lleva el oxígeno. Con estas técnicas sabemos qué áreas consumen más oxígeno.

¿Por qué olvidamos?

Hay mucha información que nunca llega al almacenamiento permanente. Las memorias que entran a nuestro almacén pueden saturarse con otra información sismilar, lo que hace que la información original no sea relevante. Cuando la información que es nueva, no hay un conocimiento previo y no tenemos con qué asociarlo, por eso es más difícil de recordar. Algunas memorias simplemente desaparecen y la memorias cambian a través del tiempo.

¿Qué es el recuerdo?

El recuerdo consiste en tres etapas: Registro, retención o almacenamiento y recuperación.

La memoria es una de las funciones cognitivas más sensibles al daño cerebral. La amnesia es una pérdida parcial o total de la memoria, es una inhabilidad para recuperar la información. Puede ser tan severa que se pierde toda noción de haber estado expuesto a ella; y en casos menos severos, la evolución puede mostrar únicamente pérdida de detalles, los cuales en ocasiones mejoran cuando se proporcionan claves para la evocación.

¿Cuáles son algunos factores que afectan los procesos de la memoria, y qué podemos hacer para evitar perderla?

Algunos factores que afectan el proceso de memoria en todas las edades son cambios neuronales en el cerebro, como placas o nudos; la eficiencia de los transmisores, como la acetilcolina, que afecta la transmisión entre las neuronas; o deficiencias de atención por alteraciones en los lóbulos frontales. Otras causas del deterioro neuronal son el uso de fármacos, enfermedades crónicas del corazón, depresión, alcohol, falta de estimulación, falta de deseo para aprender, desnutrición, exceso de grasa, entre otras.

Entre las medidas que podemos tomar para evitar la degeneración de la memoria se encuentran tomar productos herbales como el Ginko Biloba, pero hay que procurar que sean los que se venden en Francia o Alemania, ya que el que se vende en México y Estados Unidos no tiene el valor recomendado. La cafeína puede ser útil  si está enfrascado en alguna actividad que exija memorizar, una o dos tazas de café al día puede ayudar. EN cuanto a la alimentación, llevar una dieta balanceada en frutas y verduras, vitaminas C y E, y consumir nueces. Dormir lo suficiente para sentirse descansado también ayuda a la concentración. El ejercicio aumenta la concentración de diversos neurotransmisores. Un tip para recordar datos específicos es asociar un hecho con un dato que conocemos, ya que esto puede ayudarnos a relacionar los dos hechos o situaciones”.