MEYRA SVIRSKY/ ENLACE JUDÍO MÉXICO -El razonamiento de Estados Unidos de que el acuerdo nuclear con Irán y la liberación de miles de millones de dólares de dinero de Irán congelados anteriormente por sanciones internacionales lograría por fin la inclusión de la República Islámica en la “familia de naciones” es ingenuo en el mejor de los casos, y extremadamente peligroso en el peor.

Con una retórica inflamante (y humillante), la República Islámica de Irán anunció a principios de la semana que ha hecho avances significativos en su tecnología de misiles de superficie a superficie, por lo que todos los buques estadounidenses en el estrecho de Ormuz, quedan dentro del rango de alcance.

“Hemos aumentado en gran medida el alcance de nuestros misiles de crucero y poseemos misiles con un alcance de 200 kilómetros, anti-buque y anti-superficie”, dijo el ministro de defensa iraní, el general Hossein Dehqan. “Hemos tenido éxito en el cambio de los sistemas estratégicos de misiles de crucero y en aumentar la potencia de sus motores y rangos.”

El ministro de Defensa agregó que con la nueva tecnología, los misiles iraníes ya pueden alcanzar objetivos a una distancia de 100 kilómetros (62 millas) de la costa.

A principios de este mes, se reveló que Estados Unidos le pagó a Irán $400 millones de dólares esencialmente como rescate por los cuatro estadounidenses que fueron liberados cuando el acuerdo nuclear entró en vigor. Además, Estados Unidos, recientemente le pagó a Irán mil 300 millones de dólares en compensación por una venta de armas que no se concretó cuando el ayatola quedó al frente de Irán en la revolución islámica de 1979.

El Departamento de Estado admitió recientemente que no podía garantizar que el dinero no se utilizará para facilitar el terrorismo internacional, o que no terminaría en manos de la Guardia Revolucionaria.

Desde la firma del acuerdo y la liberación de los prisioneros, Irán arrestó a la estadounidense de doble nacionalidad Reza “Robin” Shahini que se encontraba en Irán para visitar a su madre enferma, junto con otros dos ciudadanos de Estados Unidos y al menos cuatro personas con doble nacionalidad de Gran Bretaña, Canadá y Francia.

Estados Unidos ha emitido a su vez una advertencia de viaje, advirtiendo a los estadounidenses, y sobre todo a quienes tienen doble nacionalidad, contra visitar el país. La advertencia indica que en caso de una detención la “capacidad de ayuda” del gobierno estadoundiense, “es extremadamente limitada” y que los estadounidenses deben “hacer sus propios planes en caso de una emergencia”.

Mientras tanto, Irán continúa expandiendo su influencia en América Latina. La reciente gira diplomática del canciller iraní Javad Zarif por la zona ha elevado la preocupación en Washington que la República Islámica pretende consolidar su base terrorista al sur de los EE.UU.

Una fuente ha dicho que un terrorista en América Latina “puede viajar fácilmente a Venezuela, y una vez allí, se puede trasladar a Nicaragua o Cuba sin pasaporte o visa, lo que representa un riesgo para la seguridad de Estados Unidos”.

Apenas el mes pasado Irán amenazó con retirarse del acuerdo afirmando que Estados Unidos no había cumplido sus compromisos. Esta declaración fue hecha con absoluta seriedad por el presidente iraní, Hassan Rouhani, era a pesar de la multitud de violaciones del acuerdo por parte de Irán.

Entonces, ¿qué está pasando aquí?

“Sin la comprensión de la cultura iraní, es imposible entender lo que está pasando”, dijo Harold Rhode, experto en cultura islámica que trabajó para el Pentágono durante 28 años, en una entrevista con The Algemeiner. “La forma en que las negociaciones funcionan entre los iraníes es que un acuerdo como nosotros lo entendemos no significa nada. No es nada más que un paso en el camino para conseguir lo que quieren”.

Rhode explicó: “En el Medio Oriente, nunca se acepta la responsabilidad propia, sino que siemore se coloca la responsabilidad en alguien más. Se le echa la culpa a los demás. Y el problema es que tanto el presidente Obama como el secretario Kerry, se niegan a sabiendas o no a entender a Irán en el contexto iraní. Y el contexto iraní es que los acuerdos no significan nada para ellos”.

En pocas palabras, hasta que Estados Unidos se de cuenta de que con los ayatolas, no hay posibilidad de “amistad”, a menos que cambie su discurso, Estados Unidos está jugando un juego muy peligroso con Irán, de consecuencias potencialmente desastrosas.

Fuente: The Clarion Project