Antisemitismo Pedestre

En este espacio he consignado en varias ocasiones sobre los comentarios negativos que hacen a la columna que escribo en el sitio del periódico el Financiero, (al que semanalmente envío un artículo desde hace 19 años) vinculada con temas del Medio Oriente; la mayoría de los comentarios son ramplones o vulgares, sin criterio e incluyen juicios groseros a mi persona. A continuación transcribo dos que me fueron enviados durante el pasado mes de febrero.

1). Inviable un Acuerdo de Paz entre Israel y los Palestinos (27/feb/2017)
Comentario de Abraham Trejo.
Qué bueno que el autor está consciente de que no había judíos en Palestina, que fue un error garrafal la ocupación, ¿por qué no les regalaron Londres o Irlanda? Por que siendo tan radicales como los talibanes mejor los querían lejos, mientras más lejos mejor y si los exterminaban que mejor, que mejor ¡Jajajajaja! EUA preparó su proyección de poder y la Unión Soviética no estaba interesada en el genocidio judío, así las cosas, se les permitió sobrevivir, nomás que ¡aguas! porque si causan demasiados problemas, les puede salir el chirrión por el palito, por más que parezca que Trump es pro judío.

2). La solución de dos Estados no es el camino para la paz (20/feb/17)
Comentario de Abraham Trejo.
¿Su tierra ancestral? ¿Si así fuera, no serían los dueños unos judíos y no palestinos? Que puede decir un judío. Cuando llegue Dios y estoy seguro que los judíos debieran creer en él, todo ese “ancestral” lugar sería un baño de sangre para los opresores y ¡oh sorpresa!, son los mismos judíos, quizá la visión del baño de sangre era la erradicación del ejército judío para salvar a los últimos judíos que serán un puñado con este exterminio que va, en el Monte Sinaí, sí, claro, eso es la visión del baño de sangre, al final caerán máscaras y mentiras, la verdad saldrá a la luz, al menos sabemos que dios llegará a salvar a aquellos que huyeron creyendo en él al Monte y no a aquellos que tienen por dios al dinero y oprimen con su ejército a los más débiles, como EUA e Israel.

El autor de estos dos comentarios incongruentes parece ser un pastor o sacerdote de un templo o parroquia de barrio, denotan falta de conocimiento de los judíos.

Otro comentario de una persona anónima dice que el apoyo de Israel al muro de Trump es inaceptable; Boicot al aberrante y racista estado de Israel. Expresiones que encubren un aberrante antisemitismo.

Un cuarto comentario de una persona con nombres árabes, que se me borró; empero, que habla de un desprecio inaudito hacia los judíos, calificándolos de perros judíos.

Me pregunto ¿si el Comité Central de la Comunidad está al tanto de estos comentarios que repetidamente he denunciado en Crónicas Intrascendentes? Al mismo tiempo llamo la atención sobre estos hechos al Consejo para Prevenir y Eliminar la Discriminación en la Ciudad de México (Copred); y cabe hacer mención que por iniciativa del Jefe de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, la Asamblea Legislativa aprobó en el 2014 incluir el término antisemitismo como una conducta discriminatoria en la Ley para Prevenir y Eliminar la Discriminación de la Ciudad de México.
No obstante la buena relación entre los directivos de la Comunidad Judía con el Presidente Enrique Peña y con el jefe de gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, el antisemitismo y el antiisraelismo echan raíces en las universidades públicas, entre algunos partidos y grupos políticos y en el “espacio virtual”, principalmente en las redes sociales, bajo el patrocinio de organizaciones radicales islámicas que actúan en forma encubierta en la República y de grupos ultraderechistas de México. Resalto que mi percepción sobre el avance del antisemitismo en México no es una visión transnochada, los servicios de inteligencia de EUA y algunos legisladores de ese país coinciden con mi punto de vista; además han expresado la vinculación existente entre los radicales islámicos con las organizaciones delincuenciales que operan en el país, especialmente en la zona norte.


Irregularidades en la Cuenta Pública 2015

En febrero pasado el auditor superior de la Federación informó a la Cámara de Diputados que en la revisión de la Cuenta Pública 2015 se encontraron irregularidades y opacidades en gastos por más de 165 mil millones de pesos, que calificó como “un presunto daño para el erario federal”. El monto del 2015 superó en 55.2% a “las tranzas” del 2014.

Los daños anormales en el gobierno federal, poderes de la Unión y órganos autónomos ascendieron a 100 mil millones de pesos y 65 mil 194 millones por desvíos e irregularidades en las entidades de la República. Los montos de los recursos que cada año se manejan indebidamente en el sector público son verdaderamente reprochables para un país donde más de la mitad de la población vive en la pobreza y existe un gran rezago en el gasto social y en infraestructura. Pocos son los servidores públicos a los que se les hace cargos penales, lo que alienta la falta de transparencia a y el derroche de los recursos públicos.

Por lo demás, existen montos de recursos públicos que se manejan sin transparencia, porque los funcionarios crean empresas fantasma y una logista sofisticada que no facilita la detección de irregularidades. También estructuras que legalmente son válidas, no obstante, no son productivas; es el caso del trabajo legislativo de las 31 entidades del país y de la Asamblea Legislativa de la Ciudad de México que con 1,125 legisladores costaron más de 13 mil millones de pesos al país en el 2016. Los costos de los congresos estatales en México “son superiores a los de las cámaras de diputados de Japón, Canadá, Alemania, Colombia y Chile.

En este contexto, en el Informe sobre la Cuenta Pública 2015 se señala que la opacidad en la asignación de recursos a los grupos parlamentarios en el Senado y en la Carrera de Diputados fueron por 2 mil 949 millones, hecho que representa uno de los principales problemas de transparencia en el poder legislativo.

En este espacio hemos comentado sobre el cinismo de más de 10 ex gobernadores frente a la substracción ilegal que hicieron de cientos de miles de millones de pesos; en este sentido, la última nota la di la organización Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad que en enero pasado acusó a la saliente administración del gobierno de Puebla de ocultar una deuda pública por 47 mil millones de pesos, que fue contratada “mediante mecanismos opacos”.

Este entorno de rampante corrupción en México y, en el mundo entero, me recuerda un chiste en el que un presidente de México, desesperado por la creciente corrupción que se registraba en el país invoco a Dios para preguntarle ¿cuándo se va a terminar con la corrupción? fue entonces que Dios se puso a llorar.

Imparable la contaminación ambiental

En febrero, por segunda ocasión desde que me extrajeron un tumor del pulmón hace seis meses, volví a tener un episodio de bronquitis por el que prácticamente tuve que recluirme 10 días en mi casa. Mi mal tiene que ver en buena medida con los altos índices de contaminación que se registran en la Ciudad de México. El año pasado, mi querido terruño registró 212 días con mala calidad del aire, y “en cada uno de estos, los ciudadanos respiraron contaminantes equivalentes a fumarse 40 cigarrillos al día”.

En este ámbito, informes de la vigilancia Epidemiológica de la Zona Metropolitana donde habitan casi 30 millones de personas en 6 entidades, se consigna que esta última experimentó un alza de 86.0% en comparación con 2015, en casos de conjuntivitis y 56.0% en neumonía y bronconeumonía. Las situaciones de influenza y de otras enfermedades respiratorias están afectando a un número importante de personas en lo que va de este año.

La Comisión Ambiental de la Megalópolis (Came) estima que entre marzo y mayo se tendrán de 5 a 7 contingencias ambientales, y por lo tanto, se tendrán que decretar las fases 1 o 2, con restricción vehicular. Pienso que hay cierto margen para atenuar los altos índices de contaminación en el Valle de México; hay que sacar de la circulación a los vehículos que de manera ostentosa emiten contaminantes a la atmósfera: camiones recolectores de basura, camiones de carga, transportes públicos; parte de la flota de los metrobuses que ya es vieja, combis (la mayor parte deberían de estar en algunos museos), y otros vehículos, así como tolerancia cero para vehículos que se estacionan en doble fila; todo ello solo para empezar.