RABBI URI AYALON

Una de las experiencias más complicadas que he tenido en mi vida es convencer a una familia de pocos recursos económicos que es posible cambiar su situación y que sus vidas pueden tomar un nuevo rumbo.

Porque es difícil explicarles que el cambio no es algo mágico, sino que es un largo camino que se ha de recorrer paso a paso para poder llegar a un futuro mejor. Pero ese cambio es posible. No sólo creo en eso, sino que lo he visto con mis propios ojos. He visto cómo familias que buscan mejorar su futuro, si están dispuestas a hacerlo, lo consiguen.

Pero también he aprendido que ellos solos no pueden hacerlo, sino que necesitan la ayuda de la comunidad, de gente que cree en ellos y les tiende la mano para hacerlo. El camino es largo, pero la ayuda comunitaria hace la diferencia.

Durante el camino hay varias necesidades: la central es la educación. Esta es la llave para un futuro mejor. La segunda, es la ayuda específica. Esta es la que da la energía para seguir. La ayuda específica no cambia el maratón de la vida, pero es un descanso en el largo camino.

Llegamos en unos días a Pésaj, a la fiesta de la libertad. Para mí es la fiesta más importante del año. Pésaj es la fiesta que nos define como pueblo libre. Pero la libertad es parcial si hay personas dentro de nuestro pueblo, dentro de nuestra comunidad, que no la sienten, no la viven así.

Nosotros aquí tratamos de dar a 500 familias la posibilidad de festejar Pésaj como personas libres. Si ellos pueden disfrutar la festividad con dignidad, como personas libres, a mí también me da la oportunidad y el permiso de festejar como una persona libre.

En Afikim -la organización que ayuda a las familias a salir de la pobreza usando la educación como plataforma-, hacemos justamente eso: recolectamos fondos para darles a las familias que son activas todo el año, la posibilidad de festejar como todos en Israel. Que puedan comprar comida y ropa nueva y no pensar cada minuto en las dificultades.

Como escribí arriba, ellas solas no lo pueden hacer. Se necesita la comunidad, gente que tiende la mano, que ayude en lo que puede. Si muchos colaboran, ayudaremos a esas 500 o más familias a recibir tarjetas para realizar sus compras de Pésaj. Cada tarjeta asciende a la suma de $200 USD.

Después de este descanso saldrán fortalecidos para seguir en la lucha diaria de su duro camino y todos los que hemos colaborado también lo estaremos, porque hemos contribuido a que otras personas hayan vivido y festejado Pésaj dignamente.

Cada mañana, cuando me despierto, pienso en eso, cómo la gente puede ayudar a la gente, la verdad, siento que ayudo a crear un mundo mejor. Un mundo con libertad real.

Los invito a ser parte de este descanso, de este momento, para ayudar a las familias de Afikim en Israel a tener un Pésaj significativo.

 

Para contribuir:  https://www.afikim.org/donation_s.php?occasion=pesach