Más de 1.500 de los 6.500 prisioneros palestinos en Israel participan en una huelga de hambre, encabezada por Marwan Barghouti, funesta figura del movimiento Fatah del presidente Mahmoud Abbas, para exigir mejor trato en cárceles israelíes. En Cisjordania y Gaza, miles de personas realizaron marchas en solidaridad el lunes en ocasión del Día del Prisionero.

Las encuestas indican que Barghouti, que cumple varias penas de cadena perpetua por múltiples actos terroristas contra la población civil israelí , es el favorito para suceder a Abbas, que se ha negado a nombrar un sucesor.

Barghouti fue arrestado por Israel en el 2002 y cumple múltiples cadenas perpetuas.

En una editorial en The New York Times, Barghouti escribió que las prisiones israelíes se han vuelto en “la cuna de un movimiento duradero por la autodeterminación palestina”.

“Esta nueva huelga de hambre demostrará una vez más que el movimiento de prisioneros es la brújula que guía nuestra lucha por la libertad y la dignidad, el nombre que hemos escogido para este nuevo paso en nuestra larga marcha hacia la libertad”, escribió.

En respuesta a ello, Yair Lapid, miembro de la Knesset y presidente del partido israelí Yesh Atid, recordó, en el Times of Israel, que “la columna (del NY Times) no menciona que Marwan Barghouti es un asesino, que fue condenado en un tribunal civil (no militar) por cinco cargos de asesinato de civiles inocentes, que estuvo involucrado en decenas de intentos de ataques terroristas e hizo que otros perdieran a sus familias o que fueran mutilados. Que destruyó vidas”.

Lapid menciona que “la cúspide de la violenta ‘carrera’ de Barghouti llegó durante la Segunda Intifada, que estalló inmediatamente después de que Ehud Barak, primer ministro de Israel, ofreciera a los palestinos una oferta que el mundo entero, incluido el presidente Clinton, pensaba que era imposible rechazar: la retirada israelí a las líneas de 1967, la división de Jerusalem, una solución humanitaria a la cuestión de los refugiados. Yasser Arafat rechazó la oferta y envió a Barghouti y a su pueblo a asesinar a israelíes en atentados suicidas contra autobuses y centros comerciales”.

El presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, pidió ayer a la comunidad internacional que “intervenga rápidamente para salvar las vidas” de los cientos de prisioneros palestinos en huelga de hambre.

A su vez, el Primer Ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, condenó en NY Times por darle foro a un terrorista: “Los [terroristas encarcelados] son asesinos y terroristas. Nunca perderemos nuestro sentido de claridad porque estamos del lado de la justicia y ellos están del lado que no es ni justo ni moral.

“Esta claridad moral, la disposición a defender nuestro país, la disposición a luchar contra aquellos que quieren destruirnos, es una de nuestras mayores fortalezas, junto con el amor a Israel”.

Fuente: elnuevoherald.com y timesofisrael.com