Enlace Judío México.- Una nueva y pionera ley que regula la integración de los inmigrantes ha entrado en vigor en Austria. La denominada Ley sobre Integración —que veta los velos musulmanes integrales en los espacios públicos y prohíbe a los islamistas radicales distribuir el Corán—, establece unas normas y responsabilidades claras para los solicitantes de asilo y refugiados reconocidos a los que se les conceda el permiso de residencia en el país.

SOEREN KERN

Las autoridades austriacas dicen que el principal objetivo de la ley es promover el respeto por los valores, costumbres y cultura de Austria; los musulmanes se quejan de que la medida se dirige injustamente a ellos y que fomentará la “islamofobia”.

A partir del 1 de octubre, cualquiera que se cubra el rostro en público con un burka, un niqab o una máscara se expone a una multa de 150 euros. La ley, similar a otros vetos en Bélgica, Francia y los Países Bajos, exige que la cara sea completamente visible en todos los espacios públicos, incluidos autobuses, trenes y transportes aéreos y marítimos. Los que se nieguen a cumplirla pueden ser arrestados.

La nueva ley exige también que los inmigrantes procedentes de países no miembros de la UE firmen un “contrato de integración” que les obliga a aprender a escribir y hablar alemán y asistir a cursos sobre los “valores básicos del orden jurídico y social de Austria”. También se exige a los migrantes que “adquieran conocimientos sobre el orden democrático y los principios básicos derivados de él”.

Posteriormente se requiere a los inmigrantes que realicen un “examen de inmigración”, para demostrar que tienen un conocimiento profundo de la lengua alemana para un uso independiente”, y un conocimiento profundo de los valores fundamentales del orden jurídico y social de la República de Austria”.

Los inmigrantes tienen un periodo de dos años para demostrar que han cumplido con el acuerdo de integración. Los que no lo cumplan, se exponen a multas de hasta 500 euros, dos semanas de cárcel y la pérdida de prestaciones sociales, aunque no a la deportación.

La nueva ley de integración ha sido idea del ministro de Exteriores, Sebastian Kurz, líder del conservador Partido del Pueblo Austriaco (ÖVP). Kurz, que ha ido adoptando una línea cada vez más dura sobre la inmigración, encabeza las encuestas de opinión de cara a las elecciones generales del 15 de octubre, y va camino de convertirse en el próximo canciller de Austria. Kurz explicó la lógica de la nueva ley:

“La nueva ley de integración regula las condiciones fundamentales del marco para la integración de las personas que quieren establecerse en Austria: necesitamos normas y regulaciones claras para lograr la solidaridad social y la paz social. El principio en el que se basa la ley es “la integración mediante el cumplimiento”. No se juzga a las personas por su país de origen, sino por su voluntad de contribuir a Austria. El principal objetivo de esta ley es promover la integración.”

El empresario argelino-francés Rachid Nekaz dijo que iba a dedicarse a “neutralizar” el veto al burka en Austria pagando todas las multas impuestas a las musulmanas por vulnerar la nueva ley. “Si se acepta la libertad religiosa, también se debe aceptar la visibilidad de las religiones”, dijo. Según se ha informado, Nekaz ha pagado multas por valor de más de 200.000 euros impuestas a personas que llevaban el burka en Bélgica y Francia.

“No vamos a tolerar ningún símbolo que pretenda construir una sociedad paralela a la nuestra”, respondió Kurz.

Anteriormente, Kurz fue un hombre clave en la reforma de la centenaria ley de Austria sobre el islam (Islamgesetz), que rige el estatus de los musulmanes en el país. La otra nueva ley de Kurz, que se aprobó en febrero de 2015, tiene por objetivo integrar a los musulmanes y luchar contra el radicalismo islámico promoviendo un “islam con carácter austriaco”. Ésta también hace hincapié en que la nueva ley debe prevalecer sobre la ley islámica de la sharia para los musulmanes que viven en el país.

La población musulmana de Austria supera ahora los 700.000 habitantes (o aproximadamente el 8% de la población total), desde una cifra estimada de 340.000 (o el 4,25%) en 2001 y 150.000 (o el 2%) en 1990, según datos recopilados por la Universidad de Viena.

El enorme cambio demográfico y religioso que está teniendo lugar en Austria, tradicionalmente un país católico romano, parece irreversible. En Viena, donde la población musulmana supera ahora el 12,5%, los estudiantes musulmanes ya superan a los estudiantes católicos en las escuelas de secundaria. Los estudiantes musulmanes también están a punto de superar a los católicos en las escuelas de primaria vienesas.

Al mismo tiempo, Austria se ha convertido en una importante base para el islam radical. La Agencia para la Protección del Estado y la Lucha Antiterrorista de Austria (BVT) ha advertido del “rápido crecimiento de la radicalización de la escena salafista en Austria”. El salafismo es una ideología antioccidental que intenta imponer la ley islámica de la sharia.

“La inmigración que se ha visto en los últimos años está cambiando nuestro país, no de manera positiva, sino negativa”, dijo Kurz, que está haciendo campaña con un programa centrado en “la ley y el orden”: la inmigración descontrolada destruye el orden de un país”.

 

 

*Soeren Kern es analista de política europea para el Instituto Gatestone en Nueva York. Síguelo en Facebook y en Twitter.

Fuente:es.gatestoneinstitute.org