Enlace Judío México – El shabat pasado se leyó la perashá de Noaj. En ella aparece el pasaje de la torre de Babel. Un momento en el mundo en que la humanidad entera decidió luchar contra D-os. Fueron liderados por Nimrod un hombre cuya principal característica era el carisma. En el siguiente ensayo Rab Yaakov Menken nos habla de este momento en la historia y los peligros que presenta esta mentalidad hoy en día. Esperamos les guste.

Rab. Yaakov Menken. Perdiendo perspectiva.

¿En qué demonios podrían haber estado pensado Nimrod y sus seguidores cuando decidieron construir la torre de Babel? ¿Cómo un edificio puede darles la fuerza necesaria para “hacer la guerra contra D-os”? [Rashi 11:1]

Su idea no sólo era irracional, aparte sus posturas eran contradictorias: “Ellos dijeron: ‘Vamos, edifiquemos una ciudad con una torre, cuya cúspide llegue al cielo, para podernos hacer un nombre para nosotros mismos y no seamos esparcidos por la tierra’”. (11:4)

Rashi explica, que su guerra contra D-os era tal que se habían convencido a sí mismos de que su agresión era defensiva “No sea que Él nos dé un golpe tan fuerte que nos disperse de aquí”. La gente percibía un peligro falso, de que D-os quería lastimarlos sin razón aparente, y se encontraron una solución ridícula a su falso problema. El resultado fue contraproducente: La misma cosa que querían evitar les ocurrió a causa de sus propias acciones.

Esto sucedió porque la gente siguió esta ideología sin pensar realmente en ella. Nimrod es desrito como un líder carismático que era capaz de capturar los pensamientos y la imaginación de las personas con sus palabras. La lógica y el análisis eran remplazados por invitaciones dulces y eslóganes, todo en supuesto beneficio de la humanidad.

Después de milenios no hemos aprendido. A lo largo de la historia, líderes carismáticos han incitado a seguidores irreflexivos a hacer cosas abominables que van directamente en contra de sus supuestos objetivos. Jules Streicher, el líder nazi “enseñó” a los alemanes que “los pueblos del mundo antiguo perecieron a manos del veneno judío”, y que esto había sido “demostrado” por la historia del mundo – de esta forma convenció a sus contemporáneos que Alemania requería la eliminación de los judíos frente al peligro de ser destruida.

En sus épocas la historia del mundo había demostrado justo lo opuesto; los pueblos que se encontraban en el “olvido de la historia”, habían sido aquellos que habían oprimido a los judíos. Y así mismo fue con Streicher y sus compañeros; no sólo fueron derrotados y su Reich destruido, además hoy mismo llamar a alguien nazi es el peor insulto que se le puede decir.

Que poco cambian las cosas: hoy, gran parte del mundo celebra a asesinos de niños como “luchadores de la libertad,” y aseguran que “la resistencia no es terrorismo” siempre cuando las víctimas de dicho terrorismo sean judíos.

Nuestra Torá nos enseña a pensar y analizar, más que simplemente aceptar dócilmente lo que se nos dice que debemos creer. Sólo cuando mantenemos la objetividad y estudiamos un tema cuidadosamente podemos llegar a la verdad. ¡Nunca permitan que un eslogan sustituya la substancia!

Fuente: Project Genesis