ELENA ACHAR SAMRA

La agenda del 2011 se encontrará enmarcada por las elecciones del 2011 en Guerrero, Baja California Sur, Coahuila, Hidalgo, Estado de México, Nayarit y Michoacán.

Las de mayor importancia serán las elecciones del Estado de México, las cuales pueden moldear los escenarios de las elecciones presidenciales del 2012 por contener gran parte de los distritos electorales y porque el Gobernador saliente se juega su precandidatura presidencial.

La sucesión de Enrique Peña será el centro de atención porque su resultado perfilará las condiciones del 2012. Peña Nieto necesitará la victoria para afianzar su candidatura presidencial del PRI.

Por otro lado, las elecciones del Estado de México son de gran riesgo para el PRI y el PRD, ya que estarán arriesgando todo el capital político que han constituido con su alianza.

Es importante recalcar que para evitar conflictos poselectorales con altos niveles de enfrentamiento, es necesario que  la elección sea legítima, por lo que se deben de establecer los puntos que regulan la adquisición del material electoral y los lineamientos de fiscalización.

El PAN y el PRI han demandado incluir los puntos de redistritación, las licitaciones con testigos sociales y el  monitoreo de propiedades de los precandidatos, lo cual no ha sido llevado a cabo. En este sentido, sientan las bases para un conflicto postelectoral inminente.

Por otro lado, esta alianza puede marcar la tendencia de las alianzas electorales en el ámbito local, como sucedió en Oaxaca en su momento.

La participación de los Gobernadores será activa, marcada por grandes deudas en sus Estados e incentivos de excesivos financiamientos así como cero transparencia en la fiscalización.

Por otro lado, los reflectores mediáticos evidenciarán la relación entre el crimen organizado y las autoridades: en este rubro, los tres partidos pueden salir afectados rumbo al 2012. El ejemplo que marcó Michoacán fue el comienzo de los muchos gobiernos señalados por la relación con el narcotráfico.

Los michoacanazos serán la tendencia y no por casualidad , sino por interés político electoral , ya que en Los Pinos hay interés en ganar Michoacán y el Estado de México, a como dé lugar.

Sin embargo, la victoria de la oposición en Edo Méx depende de la cohesión / división de las élites, producto de los consensos para la elección de candidatos. Este año es diferente a los anteriores en cuanto a las alianzas como la de Oaxaca, donde el candidato fue capaz de atraer  una fuerza que personalizaba la alianza en la propia candidatura, uniendo naturalmente las fuerzas partidistas. Con esto, es necesario un líder poderoso que atraiga las fuerzas políticas  PAN-PRI a la alianza en Edo Méx.

En este sentido, una candidatura controvertida es la de Michoacán: ha trascendido la candidatura a la gubernatura de la hermana del Presidente Calderón (Luisa María).

Otro factor que definirá las victorias y derrotas de las próximas elecciones es la unión / división, marcados en un inicio por los procesos internos de renovación de dirigencias partidistas: para  evidenciar lo anterior, se ejemplifica la pugna interna para la dirigencia nacional del PRD entre los Chuchos (corriente de Jesús Ortega) y los grupos de Dolores Padierna y López Obrador.

En el PRI se pugna la dirigencia nacional entre el gobernador de Coahuila, Humberto Moreira y Emilio Gamboa Patrón.

En el transcurso del 2011 algunos líderes alzarán la mano  para proyectar su intención con el fin de postularse como candidatos a la Presidencia de la República, lo que causará nuevas pugnas y fertilizará el terreno para nuevas divisiones: empezando por el caso de Marcelo Ebrard y López Obrador, quienes probablemente terminarán dividiendo a la izquierda haciendo del PT y Convergencia la bandera del Peje.

En otros temas, la política internacional marcará la agenda nacional de forma importante (en contraposición a la tesis de Andrés Manuel López Obrador). Wikileaks seguirá filtrando nuevos cables que sin duda afectarán la legitimidad del Gobierno de Calderón y  su lucha contra el narcotráfico. Esto traerá sus respectivas consecuencias electorales, las cuales dependen de la capitalización de los partidos de la oposición y de su estrategia de comunicación en ese sentido.

Elena Achar Samra es consultora y socia fundadora de Wild Policy Group.