DAFNA OPALÍN EN EXCLUSIVA PARA ENLACE JUDÍO

¿Cuál es tu color favorito? El mío es el verde, en todas sus gamas, pero casi siempre me verás vestida de café, porque también me gustan mucho todas sus tonalidades. Pero, ¿tú? ¿Cuál es tu color favorito? Te lo pregunto porque me sorprende la cantidad de opiniones y necesidades que existen, sin que siempre encontremos opciones específicas para satisfacerlas…

Cada quien tiene un color favorito, o dos, o tres. Así, cada persona, cada pareja y cada familia tienen sus propios códigos, preferencias y valores de acuerdo a lo que consideran importante. Por eso es básico contar con una diversa cantidad de opciones a fin de que cada quien encuentre su cada cual.

Sin embargo, a veces al arcoíris de posibilidades se le desaparece un color… Sí, no es mentira; por ejemplo, a nuestro arcoíris se le desapareció el azul de la Naye…

Es triste, muy triste cuando un colegio judío cierra; la historia nos ha demostrado que la escuela es una de las edificaciones más relevantes en la vida de todo judío, pues no sólo se adquieren los conocimientos fundamentales, sino que también se imparten valores y se comparten tradiciones, todas ellas relacionadas con lo que nos identifica: nuestro judaísmo.

Por eso es triste; no obstante, en este caso en particular es doblemente doloroso, porque la desaparición de este colegio es responsabilidad de todos los que nos consideramos parte de la Comunidad Judeo-Mexicana… no de la Kehilá, no de una especifica; es culpa de todos.

A casi 100 años de los primeros asomos de lo que hoy es la gloriosa Comunidad Judeo-Mexicana, es increíble que todavía no nos consideremos Judíos Mexicanos. Somos judíos ashkenazím, sefaradím, Jalevis y Shamis… judíos sí; mexicanos, también, pero no judíos mexicanos. Pero, curiosamente, cuando estamos por ejemplo, en Israel, si somos judíos mexicanos; cuando un extranjero llega, es un judío colombiano, argentino, americano… no un idish, no un sefaradí, no árabe.

Claro que mis ancestros no vivieron la expulsión de España, ni los de mi esposo el Holocausto nazi, ni ninguno la opresión de los países árabes; pero es parte de la historia del pueblo judío, es el pasado común de los judíos, muchos de los cuales ni siquiera son descendientes directos de los esclavos liberados de Egipto, pero no menos plausibles de celebrar Pésaj.

De igual forma, los padres de las familias judeo-mexicanas tienen distintos pasados y distintos prioridades: para algunos es muy importante el sistema Montessori; otros prefieren inglés casi como lengua materna; terceros optan por un ambiente judío sin distinciones… los colores son diversos y los colegios son los óptimos para satisfacer a todos… bueno, casi a todos, pues para aquellos que encontraron su tono de azul en la Naye, ya lo perdieron y tendrán que buscar lo más cercano a sus ideales.

“Divide y vencerás” dice el enemigo. “La unión hace la fuerza”, dicen los contrarios. Entonces, divididos somos presa fácil de los contratiempos y problemas de nuestro tiempo. Unidos somos fuertes y podemos contrarrestar todo aquellos que se nos enfrente. ¿Cuántos de nosotros no hemos escuchado las celosas palabras: “Es que ustedes los judíos son tan unidos…”?

Por eso es culpa de todos. Sin embargo, que no se malentiendan mis palabras, pues aunque una sola escuela es una utopía rica de saborear para algunos, no es la realidad para la extensa gama de preferencias que cada individuo o familia tiene.

De lo que si debemos tomar responsabilidad es de multiplicar organizaciones que no nos permiten actuar acertada y oportunamente. Recuerdo cuando cada sector tenía su bolsa de trabajo… hasta que nació Activa. También recuerdo que no se veían a las familias con hijos con capacidades diferentes en los lugares de encuentro normales, hasta que se creó Kadima. Y ni que decir de la asistencia médica, OSE. Estas tres instituciones son las únicas avaladas por nuestro Comité Central como intercomunitarias (en realidad el termino debiera ser, comunitarias pues es UNA la Comunidad Judeo-Mexicana).

Mientras, existen otras agrupaciones de trabajo que quieren ver por el bien de todos, pero terminan multiplicándose resultando, muchas veces, en su impedimento para cumplir al 100 con el fin por el que fueron creadas, entiéndase: Retorno Vs. Umbral vs. Vida Sana, Dam Adam vs. Dam Lejá, etc.

Es tiempo que nos unamos por poder dividirnos funcionalmente: cuando la división es por preferencia es muy diferente que por sectores, siendo estos últimos aquellos a los que actualmente le antecedemos la palabra “Comunidad”…Comunidad Ashkenazi, Comunidad Maguén David, Comunidad Bet-El, etc. En lugar de ser corrientes: ortodoxa, conservadora, reformista, abrazando el verdadero arcoíris de un mismo Pueblo con diferentes visiones.

Jamás osaría a sugerir la uniformidad total pues es una gran irresponsabilidad hacerlo. Lo que si me aventuró es a abrazar nuestra condición de judíos, nuestra nacionalidad mexicana y aceptar la convivencia de todas las corrientes religiosas, creando un hermoso y prometedor nuevo arcoíris de posibilidades que satisfaga a los 50,000 judíos mexicanos que se sienten orgullosos de su origen, pero tienen la capacidad de ver al futuro con más pretensión porque se saben unidos entre sí.

Shul-Templo-Knis = sinagoga

Unamos fuerzas; sabemos que resulta. Lo sabemos porque algunos antepasados se unieron y huyeron juntos de la España inquisidora, o lograron enfrentarse contra los nazis, o pudieron escapar de los oprimentes regímenes árabes y musulmanes.

¿Cuál es tu color favorito? El mío es el verde en todas sus gamas, pero me encanta vestirme de café.