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Miles de manifestantes jubilosos regresaron a la plaza que ha sido epicentro de una movilización antigubernamental en la capital de Bahréin después de que las autoridades ordenaran el retiro de los tanques y otros vehículos blindados del lugar.

Las fuerzas armadas dispusieron el retiro de los vehículos militares de la plaza de la Perla, a la que acordonaron a principios de semana después de que fuera escenario de protestas contra la monarquía sunita que gobierna esta nación predominantemente chiíta.

Asimismo la policía antidisturbios se retiró del lugar.

En su marcha hacia la plaza en la capital, Manama, los manifestantes coreaban “somos victoriosos” y portaban banderas de Bahréin, flores y pancartas que decían “en paz, en paz”.

El Príncipe heredero Salman bin Hamad Al Khalifa, comandante supremo adjunto de las Fuerzas Armadas, pronunció un breve discurso por la televisión estatal en el que exhortó a los inconformes a la calma y al diálogo político.

Un dirigente opositor prominente dijo que el retiro de los tanques y los transportes blindados es insuficiente para el inicio de un diálogo con las autoridades.

Ibrahim Sharif, jefe de la Sociedad Waad, exigió garantías de que los inconformes puedan manifestarse sin temor a ser agredidos en esta nación del Golfo Pérsico que vive una crisis política. Waad es un grupo que representa a diversas facciones inconformes con el régimen.

Numerosos habitantes de Bahréin, en señal de júbilo, hicieron sonar las bocinas de sus coches, ondearon banderas e hicieron la señal de la “v” de la victoria cuando los vehículos blindados se retiraban de la plaza de la Perla.

Khalil al-Marzook, dirigente del bloque opositor Al Wifaq, dijo que la atmósfera para el diálogo con el Príncipe a la corona de Bahréin no es adecuada.

Las fuerzas de seguridad dispararon ayer contra los manifestantes en el segundo día consecutivo de un levantamiento popular que busca terminar con el monopolio del poder en manos de los dirigentes suníes en Bahréin.